Nacimiento, gloria y ocaso de Vicentin: la empresa que quiere quedarse el Estado

Nacimiento, gloria y ocaso de Vicentin: la empresa que quiere quedarse el Estado

Desde diciembre del año pasado, la firma agroexportadora Vicentin viene siendo noticia por su delicada situación financiera.

Del "estrés financiero" que declaró por no poder pagar u$s 350 millones a la intención del Gobierno nacional de expropiar la empresa, pasaron sólo 6 meses.

En el medio, la firma presentó un concurso de acreedores (mediante el juez de Reconquista, Fabio Lorenzini), por una deuda total de u$s 1577 millones, siendo el Banco Nación su principal acreedor (u$s 310 millones). Unos 37 bancos también dejaron de cobrar por préstamos otorgados, entre ellos el Internacional Finance Corporation (Holanda), ING Bank NV (Japón) y el Banco de Provincia de Buenos Aires.

Unas 1895 empresas agropecuarias le entregaron granos y no cobraron, y mantiene una deuda con 586 proveedores de servicios.

Vicentin es la sexta agroexportadora del país. Concretamente durante 2019 fue la 8va exportadora de granos, con el 4,33% del total, unos 2,6 millones de toneladas, siendo la tercera de capital nacionales detrás de AGD y ACA.

Pero sobre todo, es fuerte en lo que hace a aceites y subproductos. En ambas categorías fue la primera en su rubro. En el primer caso, exportó el 22% del total del país (1,4 millón de toneladas), mientras que en segundo (incluye pellet de soja y girasol) representó el 17,7% del total (5,9 millones de toneladas).

La firma tiene más de 90 años de actividad (nació en 1929), en la ciudad de Avellaneda, al norte de Santa Fe, por iniciativa de tres hermanos: Máximo, Pedro y Roberto, que habían llegado de Italia a principio de la década del 20. En principio fue sólo un acopio y almacén de granos generales.

En 1937 ya contaba con una planta desmotadora de algodón y en 1943 inauguró su primera fábrica de aceite. El salto de la firma se dio en 1966 cuando incorporó el proceso de producción de aceites vía extracción por solventes, una innovación para la época. Esto aceleró el crecimiento y 13 años después, en 1979, llegó a ubicarse en el gran Rosario, en la localidad de Ricardone.

La salida internacional de su producción llevó a que en 1987, comenzara a operar desde su propia Terminal de Embarque, en San Lorenzo, junto al río Paraná. Junto al puerto, comenzó a construirse la Planta San Lorenzo, inaugurada en 1997.

Diez años después, Vicentin comenzó la construcción, junto a la multinacional Glencore, de una de las primeras plantas de biodiesel que tuvo el país, Renova. En 2008 compró la marca de algodones “Estrella” e inauguró una nueva planta textil. En 2009 se volcó con más fuerza hacia nuevos negocios, y adquirió viñedos y montó una bodega en Mendoza, que luego agrandaría en 2016.

En 2012 puso en marcha una planta de bioetanol de maíz en Avellaneda, y más tarde, en 2016, invirtió u$s 100 millones para adquirir la línea de productos frescos (postres, yogures y flanes) de Sancor, a través de una sociedad llamada ARSA.

También es dueña de puertos, una fábrica de envases, el frigorífico Friar y hasta de un feedlot para miles de cabezas de ganado, “Los Corrales de Nicanor”, muy cerca de Reconquista, Algodonera Avellaneda y Enav (jugo de uva concentrado) y Promiel.

En 2019 las exportaciones de la empresa en lo que se refiere a granos y subproductos significaron 10,04 millones de toneladas, lo que representó un 8% del total nacional y ocupando el sexto lugar detrás de Cargill, Cofco, ADM, Bunge y AGD.