Disputas gremiales

Denuncian a Muerza por el uso de patotas

Delegados mercantiles sostienen que el gremialista apela a la violencia. Busca ganar la conducción del Sindicato de Comercio, uno de los más grandes del país.
Ramón Muerza

Ramón Muerza

Los delegados mercantiles de base de un importante supermercado continúan denunciando la persecución y violencia a la que se ven sometidos por parte de patotas que responden a Ramón Muerza, dirigente sindical de comercio.

No son las únicas denuncias en su contra, los trabajadores autoconvocados de la misma difundieron recientemente una carta pública donde apuntan duramente tanto contra el empresario, como contra Muerza, porque a pesar de estar catalogados como trabajadores esenciales son tratados como descartables. En la misiva califican la situación laboral que viven como una “dictadura sindico-patronal” y califican al gremialista como el “brazo ejecutor de todo tipo de atrocidades”.

Ya a comienzos de este año, los trabajadores autoconvocados también le habían hecho llegar una carta al Papa Francisco para suplicarle que interceda por ellos ante los graves maltratos cotidianos que vienen sufriendo.

A esas denuncias también hay que sumarles las realizadas por la Unión de Trabajadores Mercantiles (UTM) quienes recientemente dieron a conocer el caso del delegado Miguel Villegas, quien sufrió una tremenda golpiza en la puerta de la sucursal Santos Lugares de una gran cadena de hipermercados, horas después de haber realizado una inspección sobre las condiciones de seguridad e higiene en el local.

El propio Villegas había denunciado en octubre del año pasado que una patota sindical que respondía a Ramón Muerza había impedido a golpes una asamblea de trabajadores.

Si bien las fuentes gremiales señalan que este accionar proviene de larga data, estas se incrementaron desde abril de 2020 cuando arrancó la pandemia de covid-19. Al delegado de la sucursal Retiro, Héctor Castro, lo amenazaron de muerte delante de muchos de sus compañeros por haber visibilizado que no se habían cumplido los protocolos de sanitización de la sucursal tras la aparición de dos casos poniendo en riesgo a los clientes y trabajadores.

Pero en aquella ocasión tuvo más suerte que la vez anterior, cuando tras organizar una asamblea para que se cumpla el convenio colectivo de trabajo, 20 matones que respondían a Muerza le propinaron una tremenda golpiza. Desde ese momento circula con un botón anti pánico provisto por la justicia.

Natalia Galeano, la delegada de la sucursal Floresta también vivió en carne propia las amenazas provenientes de los muchachos de la lista granate-morada que comanda Muerza y desde donde busca desbancar al oficialismo de Armando Cavalieri del gremio mercantil.

Su caso, así como el de otros delegados de esa cadena de supermercados como Rodolfo Ibañez, de la sucursal San Telmo, o el de Darío Perrone y Luis Giménez del supermercado ubicado en Belgrano llegaron a oídos del presidente de la nación, Alberto Fernández quien ordenó un encuentro virtual entre los empleados denunciantes y funcionarios del Ministerio de Trabajo, que encabeza Claudio Moroni.

Todas estas situaciones representan un duro golpe a la candidatura de Muerza, quien el próximo año aspira a conducir el Sindicato de Empleados de Comercio, uno de los más grandes del país.

En 2018 estuvo a punto lograrlo, pero perdió con el eterno Armando Cavalieri por menos de 600 votos en unas elecciones muy cuestionadas.

En ese entonces, Muerza tenía un importante apoyo de los trabajadores, pero como señalan los autoconvocados de ese reconocido supermercado: “Con el tiempo se conoció su verdadero rostro y hoy solo le responden quienes trabajan para él, va camino a un fracaso histórico”.