El primer punto señalado es la seguridad de los fondos. Los bancos operan bajo regulación prudencial local e internacional, se someten a auditorías del BCRA, integran la red de seguridad financiera y participan del sistema de garantía de depósitos. Sus directivos deben acreditar idoneidad técnica, económica y moral para ejercer funciones.
Las fintech, en cambio, no están obligadas a ofrecer la misma estructura de resguardo ni los mismos estándares técnicos. Casos recientes, como los de Wenance o Sur Finanzas, demostraron los riesgos de operar sin supervisión bancaria.
El BCRA subraya que, aun en momentos críticos —default, corralito, cepo, pandemia—, ningún trabajador o jubilado perdió o sufrió demoras en el cobro de sus haberes cuando estos se depositaron dentro del sistema bancario.
Otro punto central es el impacto sobre el crédito. Cuando los fondos migran a billeteras virtuales, suelen canalizarse hacia Fondos Comunes de Inversión. Al volver al sistema bancario como depósitos institucionales, pierden su carácter de fondos estables y no pueden utilizarse para préstamos a largo plazo.
Esto limita la capacidad del sistema financiero para otorgar crédito productivo, tanto a personas como a empresas, y obliga a los bancos a mantener coeficientes de liquidez más elevados por considerar estos recursos como inestables.
El informe también alerta sobre el riesgo de fomentar una “banca en las sombras”, donde grandes volúmenes de ahorro circulan por fuera del sistema regulado. En la actualidad, según el organismo, los fondos que se administran por fuera del circuito bancario formal ya superan los 5 billones de pesos, un volumen que aumenta el riesgo sistémico y puede desestabilizar el mercado financiero.
Servicios gratuitos, competencia y protección al usuario
El BCRA destaca que las cuentas sueldo y previsionales son 100% gratuitas, como establece la ley. Una vez acreditados los haberes en una cuenta bancaria segura, cada persona tiene plena libertad de mover su dinero a la billetera o institución que prefiera, asumiendo el riesgo correspondiente. No existen restricciones.
A esto se suma un mercado altamente competitivo: los bancos buscan atraer a trabajadores y jubilados con mejores servicios, programas de beneficios, reintegros y promociones, lo que redunda en una oferta más conveniente para los usuarios.
Para el Banco Central, el sistema actual de pago de salarios y jubilaciones es una política pública exitosa, probada durante más de tres décadas y resistente a las crisis económicas del país. Por eso, sostiene que mantener la acreditación de haberes en entidades supervisadas es fundamental para resguardar el dinero de trabajadores y jubilados, sostener la estabilidad financiera y preservar la capacidad de crédito de la economía.
Relajar las condiciones, advierte el organismo, implicaría exponer a los usuarios a mayores riesgos, especialmente en caso de problemas operativos o financieros dentro de las billeteras virtuales. Según el informe, los beneficios de cambiar el esquema son escasos, mientras que los costos y peligros resultarían significativos.