Los coletazos económicos de la guerra entre Rusia y Ucrania no dejan de hacer estragos. El dólar alcanzó la paridad con el euro por primera vez desde 2002, año en que comenzó a circular la moneda única europea.
Los coletazos económicos de la guerra entre Rusia y Ucrania no dejan de hacer estragos. El dólar alcanzó la paridad con el euro por primera vez desde 2002, año en que comenzó a circular la moneda única europea.
En su pico máximo, el euro llegó a valer un 60% más que la divisa norteamericana: 1,60 de dólar por cada moneda europea.
"La depreciación del valor de la moneda se ve cuando hay inflación. Si bien el umbral de aumentos es el mismo -8,6%- en ambos lados, la paridad no se mantiene y se aprecia el dólar porque hay una recisión inminente en Europa", detalló el periodista Darío Mizrahi.
La creciente inflación mundial, que alcanza los niveles más altos en décadas por el aumento de los precios de la energía, y la postura de la Reserva Federal de subir las tasas de interés en Estados Unidos (FED) de manera más agresiva que el Banco Central Europeo (BCE) son factores clave para la pérdida del valor del euro.
De hecho, mientras que el BCE anunció que a finales de julio aplicará su primera suba en las tasas de interés desde 2011, con un alza de 25 puntos básicos, la FED ya comenzó la normalización de su política monetaria el pasado mes de marzo, con un incremento de 25 puntos básicos, a la que siguieron alzas de 50 y 75 puntos básicos, respectivamente, en las dos reuniones siguientes.
A esto se suma que en los últimos meses la guerra en Ucrania puso en jaque el acceso de Europa al gas y petróleo rusos, principal fuente de energía de la zona euro, mientras que la empresa rusa Gazprom inició un mantenimiento en su gasoducto Nord Stream 1, con Alemania y otros países europeos, que se extenderá por 10 días.
Si bien se trata de un trabajo que se programó con mucha anticipación, el temor es que, dado el nivel de tensión entre Rusia y Occidente, Gazprom podría aprovechar la oportunidad para simplemente no abrir las válvulas de nuevo y afectar de esta forma el suministro del Viejo Continente.
Entre todas las variables que entran en juego, el tema energético es el principal causal del desplome del euro. La pérdida de competitividad por el costo de la energía, Europa lo compensa devaluando. Y es en esta línea, que se espera el Banco Central europeo no intervenga y deje que el tipo de cambio siga cayendo.
La contracara es Estados Unidos, cuya Reserva Federal está aumentando exponencialmente la tasa de interés. Como consecuencia directa, los inversores ven sus activos con gran rentabilidad y apuestan por ello.