¿Qué es lo que viene de ahora en más? Como menciona el comunicado del FMI, “el personal técnico del FMI y las autoridades argentinas continuarán su trabajo en las próximas semanas para llegar a un acuerdo a nivel del personal técnico”. Ese acuerdo luego tiene que ser validado por el directorio del FMI.
Para llegar a esa meta, deben coincidir las partes en cómo hará el gobierno para ir reduciendo el déficit fiscal a niveles de 2,5% en 2022. El mismo comunicado del FMI anticipa lo inevitable: una fuerte suba de tarifas ante la reducción de los subsidios que debe encarar el ministro Martín Guzmán. ¿Tendrá el aval político de La Cámpora para hacerlo? ¿Qué dirá el subsecretario de Energía Eléctrica Federico Basualdo, a quien Guzmán no pudo remover de su cargo y quien se opone al incremento tarifario?
El encarrilamiento de las cuentas públicas tampoco será fácil de concretar por el gasto en jubilaciones. La nueva movilidad previsional aprobada en los inicios de la gestión de Alberto Fernandez hace que los haberes se indexen por un mix entre la variación de la recaudación previsional y la de los salarios. Si la inflación se va reduciendo en los próximos trimestres, el gasto previsional será mayor.
Por último, la suba de las tasas en pesos es otro componente importante. El comunicado del FMI destaca que “este marco tiene como objetivo asegurar tasas de interés reales positivas para respaldar el financiamiento interno”. Aquí la duda es cómo desactivar la bomba de Leliq, dado el alto monto en circulación de estos papeles del BCRA.
Así, las discusiones del equipo económico hacia adelante no serán fáciles. No tanto con el staff del FMI sino más bien con el kirchnerismo que debe digerir tres medidas a las que siempre escapó: tarifas, tasas altas y jubilados.