Según contó Peric-Komsic, hace 13 años que su madre está enferma y transitó tres procesos de trasplante de distintos donantes, que su cuerpo rechazó. La familia más cercana se convirtió en posible donante, pero, tras encontrar varias incompatibilidades, descubrieron que solo Robert podía salvarla, por lo que tuvo que ponerle un freno a su carrera como futbolista profesional sin garantías de poder continuarla: "Su vida corría peligro, su estómago se estaba llenando de agua y era cuestión de días... En el momento en que supe que todas las demás opciones estaban agotadas, empaqué mis cosas y volé a Estambul. Mi misión era clara, curar a mi madre. Todo lo demás era menos importante o completamente sin importancia", aseguró.
Peric-Komsic ya puede volver a jugar
Más de cuatro meses después del trasplante, Ljiljana se sigue recuperando con su tratamiento de medicación y Robert está listo para volver a jugar al fútbol:"Todos mis hallazgos son normales, el hígado se regeneró casi por completo dos meses después de la cirugía. Creo que jugaré un partido por los puntos muy pronto", expresó.
Para finalizar, el joven futbolista declaró: "Huyendo de alguna historia de heroísmo, hice lo que creía que haría cualquier persona que creció en una familia funcional. Mi madre me dio la vida y yo se la extendí, finalmente consiguió una nueva vida después de 13 años de dura lucha".