Pasaron 400 días de la última vez que Santiago Silva pisó un campo de juego como futbolista profesional y fue como jugador de Argentinos Juniors, su último club. Claro, luego llegó el telegrama y posterior sanción que le cambiaría la vida.
Pasaron 400 días de la última vez que Santiago Silva pisó un campo de juego como futbolista profesional y fue como jugador de Argentinos Juniors, su último club. Claro, luego llegó el telegrama y posterior sanción que le cambiaría la vida.
“Decía que tenía un dóping por una hormona más elevada de lo común”, recordó el Tanque. Todo estuvo emparentado a una desinteligencia al no haber avisado que estaba realizando un tratamiento de fertilidad.
Silva fue suspendido por dos años y desde las redes sociales y los medios periodísticos se hizo fuerza para que se revea esa sanción injusta y exagerada.
Hoy informaron que le levantaron la sanción a Silva y podrá volver a jugar: Walter Erviti, amigo y excompañero de Silva en Banfield y Boca, lo quiere para que sea el 9 de Atlanta en la Primera Nacional.
Cuando se abra el libro de pases, el delantero podrá negociar con el club que él desee. La sanción quedó atrás y el Tanque volverá a ser feliz dentro de un campo de juego.