A Boca, en la serie contra Atlético Mineiro, le anularon dos goles lícitos a instancias del VAR y eso desató la furia de jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, que terminó en caos en la zona de vestuarios del estadio Mineirao.
Una vez finalizado el maratónico trámite en la comisaría de Belo Horizonte, la delegación de Boca quedó liberada para regresar al país. En las oficinas de la Bombonera activaron entonces el comunicado que preparaban desde la madrugada. En sintonía con las declaraciones televisivas de su vicepresidente, Juan Román Riquelme, el club xeneize criticó a la Conmebol y a los fallos arbitrales que lo privaron de avanzar a cuartos de final de la Copa Libertadores.
El Xeneize debería visitar este sábado desde las 20.15 al Taladro de Sanguinetti por la segunda fecha del torneo local, y si la intención de Boca era suspender el partido por la demora en el regreso a la Argentina y el hecho de haber pasado toda la noche en un micro, ahora que el cuerpo técnico y los 24 jugadores que viajaron a Brasil tienen que aislarse por siete días y no pueden competir, en Boca buscarán la suspensión del partido con Banfield con mucha más fuerza. Sin embargo, durante las horas de la tarde, las autoridades de la Liga Profesional se mantuvieron firmes en que los partidos no se suspenden por motivos de Covid-19. Y si bien no es lo urgente, el encuentro frente a San Lorenzo de la tercera fecha, que se juega entre semana, también entra dentro del período de aislamiento.