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Crisis, nueva arquitectura y el rol de operador: qué modelo de Justicia analiza el círculo cercano a Alberto

Catalina de Elía
por Catalina de Elía |
Crisis, nueva arquitectura y el rol de operador: qué modelo de Justicia analiza el círculo cercano a Alberto

América Latina está conmocionada por profundas crisis políticas cuyas raíces son económicas. Con sus matices, todos los casos muestran la debilidad de la instituciones para prevenir los problemas sociales, luego para pacificar y tienen en común la presencia de los sistemas judiciales en el centro de la escena.

En Bolivia, debido al rol de la justicia con respecto a las elecciones del pasado 20 de octubre.

En Chile, por la feroz represión con la que el presidente Sebastián Piñera intentó sofocar las explosiones sociales que reclaman una sociedad más justa.

En Brasil, aunque en un contexto diferente, la realidad política se vio sacudida por la decisión de la Corte federal que declaró inconstitucional la norma que sustentaba el encierro de los condenados más allá de la firmeza de la sentencia. La siguiente decisión también es importante. Los jueces deben resolver, mirando a Lula Da Silva, si una condena no firme alcanza para quitar a los ciudadanos los derechos políticos.

Esto significa que si la explosiones sociales del continente tienen un lado económico, un lado político -que explicó muy bien el doctor en Relaciones Internacionales y vicerrector de la Di Tella Juan Gabriel Toklatian en Página 12 el martes pasado- también tienen una cara institucional que coloca a la reconfiguración del Estado como un tema primordial.

La administración que asumirá el próximo 10 de diciembre la conducción del Estado argentino tiene desafíos similares y la justicia también está en el foco de sus preocupaciones.

Allegados a la coalición “Fernández - Fernández” afirman que existe una decisión real que busca cambiar la justicia. Aún no se conocen en profundidad los detalles del plan, pero trascendieron algunas ideas y hay indicios que permiten imaginar un panorama. Las pistas más fuertes provienen de los movimientos y de las relaciones más cercanas del presidente electo.

La presencia de Gustavo Béliz diseñando una nueva arquitectura de la administración pública no pasa desapercibida. Pero dicen, fuentes consultadas, que hay que prestar atención a la presencia de Alberto Fernández el jueves próximo en la Facultad de Derecho con motivo de la presentación del libro “Lawfare” de Rafael Bielsa y Pedro Peretti.

En un fragmento del libro, que contiene un diagnóstico y a la vez una visión global de la justicia, señalan los autores:

"En la política latinoamericana contemporánea la personalización de la infamia está a la orden del día. El ataque a los líderes y a su anillo militante más cercano –de colaboradores inmediatos y familiares– tiene como objetivo lograr su descrédito ante la opinión pública y el abandono de sus seguidores . Ya hemos mostrado sus medios y sus logros. Sin embargo, no siempre el trofeo de guerra que persiguen es “tumbar” al líder, sino que –por lo general– empiezan por tratar de domesticarlo. Así, la operación de “ablande” suele iniciarse por los familiares, amigos y colaboradores más cercanos para provocar que se dobleguen. En principio, operan para aislarlo. De aquí conviene recordar que la solidaridad y la protección de los compañeros es el medio eficaz para neutralizar este tipo de acción. Toda una lección política de manual sostiene que quien lidera la lucha debe ser rodeado del afecto y confianza que previamente ganó de sus compañeros. Se sabe que quien no genera confianza no puede encabezar ninguna lucha exitosa”. "En la política latinoamericana contemporánea la personalización de la infamia está a la orden del día. El ataque a los líderes y a su anillo militante más cercano –de colaboradores inmediatos y familiares– tiene como objetivo lograr su descrédito ante la opinión pública y el abandono de sus seguidores . Ya hemos mostrado sus medios y sus logros. Sin embargo, no siempre el trofeo de guerra que persiguen es “tumbar” al líder, sino que –por lo general– empiezan por tratar de domesticarlo. Así, la operación de “ablande” suele iniciarse por los familiares, amigos y colaboradores más cercanos para provocar que se dobleguen. En principio, operan para aislarlo. De aquí conviene recordar que la solidaridad y la protección de los compañeros es el medio eficaz para neutralizar este tipo de acción. Toda una lección política de manual sostiene que quien lidera la lucha debe ser rodeado del afecto y confianza que previamente ganó de sus compañeros. Se sabe que quien no genera confianza no puede encabezar ninguna lucha exitosa”.

Rafael Bielsa y Pedro Peretti en "Lawfare"

El texto da pie para dar crédito a algunas ideas que surgen del círculo más cercano a la nueva coalición encabezada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.

Las autoridades electas estarían dispuestas a hacer lo posible, dentro de la ley, para evitar una “caza de brujas” similar a la que desató a partir del 10 de diciembre del 2015. También hay una decisión política para terminar con los “operadores” clásicos del Poder Judicial. Lo que habrá son interlocutores (en esta nota Néstor Espósito cuenta quiénes).

Otro de los temas de la nueva administración a resolver de forma urgente es el saneamiento del Ministerio Público Fiscal. En primer lugar, deberán designar un nuevo Procurador General de la Nación que garantice la autonomía y la independencia de los fiscales. Basta comparar las situaciones de Gabriela Boquín y de Carlos Stornelli para calibrar la necesidad de recomponer dicho organismo.

Además, se debe cubrir la vacante estratégica que dejó Germán Moldes (y porqué no, piensan algunos, aprovechar la oportunidad para evitar que otro funcionario concentre tanto poder, sin tener que rendir cuentas de verdad) . Asimismo, resta decidir cómo se va a implementar el nuevo código de procedimiento que otorga más protagonismo a los fiscales.

Por el lado del Poder Judicial también hay necesidades urgentes. Quizá la más importante es la de pensar un nuevo Consejo de la Magistratura que funcione de una manera más ágil y transparente. Mediante el actual diseño, para expulsar al juez Eduardo Freiler, más allá de la justicia o injusticia de la decisión, se “entretuvo” a un consejero para conseguir la mayoría.

Otros aspectos que analiza la administración que se viene son cómo licuar el poder de los jueces de Comodoro Py y qué hacer con los traspasos de Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia a la Cámara Federal. Pero, según fuentes judiciales consultadas, el plan de saneamiento no debería reducir solo a estos casos, sobre todo, porque existieron muchos traslados. Entonces, además de revisar algunos, lo que hace falta es legislar de manera concreta sobre ese punto para evitar la discrecionalidad.

Finalmente, el presidente saliente Mauricio Macri trabaja por estas horas en el proyecto para traspasar el Programa de Protección a Testigos e Imputados desde la órbita del Ministerio de Justicia a la Justicia.

Los jueces no estarían contentos con la decisión, por los problemas operativos que implica la administración de ese programa y porque, en muchos casos, ellos tienen que evaluar la eficacia legal de las versiones de dichos testigos, con lo cual se mezcla la función de juzgar con la de controlar.

Pero hay algo más grave aún. Se dice que una de las razones de la medida es el temor de los protegidos al nuevo gobierno porque acusaron a algunos de sus ex funcionarios. Si esa es la base de la decisión presidencial en sí misma es complicada de defender.

Además, si eventualmente es uno de los aspectos que se tiene en cuenta para la transferencia, sería una confesión de que en nuestro país el Estado se confunde con el gobierno. El programa es una política pública del estado y no debería cambiar de órbita porque haya rotación en la cabeza del Poder Ejecutivo.