Pignatiello, de 21 años, terminó en el octavo lugar con una marca de 16:33.69, en una serie que ganó la estadounidense Katie Ledecky, quien estableció el Récord Olímpico al registrar 15:35.35 (apenas hay cinco registros establecidos en esta competencia).
A su vez, la nadadora argentina recordó los problemas que pasó durante la pandemia del coronavirus. "Me quedo con todo el esfuerzo que hice en la preparación. Es lo más importante. Después de estar tantos meses parada, sin posibilidad de entrenar y viendo cómo todas las rivales podían volver. Creo que maduré. La cuarentena me enseñó, el proceso hasta acá, todas las barreras que atravesé. Me quedo con todo eso".
"El resultado no era el que quería ni para el que había entrenado. Es un deporte muy duro y no siempre se dan los resultados. Estoy aprendiendo", añadió.
Por otra parte, dejó en claro que ahora se enfoca en las eliminatorias por los 800 metros libres, serie que disputará el próximo jueves 29 de julio desde las 7.22 de la mañana (hora argentina): "Ya tengo que cambiar la cabeza porque me quedan los 800. Esto no terminó. Mañana volveré a entrenar. Aprendí, maduré, crecí. Es así. Es ser perseverante, consistente, trabajar duro por lo que uno sueña y cree. En algún momento los resultados se dan".
"Había entrenado para más que esto y me venía sintiendo súper bien. No se me dio, simplemente no se me dio", añadió. Y terminó diciendo: "Había tenido sólo un Mundial de corta en mayores. Es mi primera experiencia, debutando en la serie más rápida de mi carrera. Fue bastante chocante, pero es así".