

El ciclo lectivo 2020/2021 debe comenzar en septiembre, en poco más de 20 días. Pero en Estados Unidos, la pandemia plantea un desafió para las autoridades, los docentes y los padres.
No hay un plan común en los 50 estados, por lo que la evolución del COVID-19 ha sido muy diferente en todo el país.
Nueva York fue el epicentro mundial en abril y mayo. No obstante, no solo la ciudad, sino todo el estado, se encuentran en fase 4, la última en la búsqueda de la "nueva normalidad"
Con casi 5 millones de infectados, Estados unidos está a la cabeza del relevamiento diario de la universidad Johns Hopkins. Ningún país ha intentado el regreso a las aulas para tener clases presenciales con esos niveles de contagios. Además, dispersos por casi toda su superficie.
Tampoco hay una certeza sobre el grado de contagio entre los niños. Una primera división entre menores de 10 años y mayores de esa edad señalaba a los mas chicos como de poca potencia para contraer la enfermedad y luego contagiarla.
En los últimos tiempos otros informes parecen sugerir lo contrario: que los menores poseen cargas virales similares a las de los adultos.
Por eso, muchos padres y docentes resisten los planes anunciados en muchos estados para retomar el próximo ciclo lectivo con los alumnos en las aulas.
En este contexto, expertos consultados por el New York Times aseguran que "abrir las escuelas primarias sea menos riesgoso que hacerlo con las escuelas secundarias, pero la evidencia no es concluyente".
Mantener las escuelas cerradas por un período prolongado tiene implicaciones preocupantes para el desarrollo social y académico, dicen los especialistas en desarrollo infantil.
También se hizo evidente esta primavera que negarles a los niños un día escolar real profundizó las desigualdades raciales y económicas.
El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió sobre una "catástrofe educativa" para generaciones si las escuelas no reabren.
El criterio que parece imponerse en los Estados Unidos es el siguiente: “Primero tienes que controlar la propagación de la comunidad y luego debes abrir las escuelas cuidadosamente”.
Por eso no solo está el cuidado en mantener el distanciamiento social, el uso de barbijos, la ventilación y la higiene de las manos. Muchos estados se inclinan por un modelo mixto en la vuelta a clases: un grupo de manera presencial y otro a distancia, alternando esa condición.
El Times destaca que la "Academia Estadounidense de Pediatría ha citado algunos de estos datos para recomendar que las escuelas vuelvan a abrir con las debidas precauciones de seguridad".
Las pruebas para detectar infecciones son esenciales, afirmaron expertos en salud pública. El Centro de Control de Propagación de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) también difundió pautas ya conocidas como los pasos que las escuelas pueden tomar para minimizar el riesgo para los estudiantes: mantener una distancia de dos metros, lavarse las manos y usar cubrebocas.
Pero en un país que marcó una gran división sobre cómo encarar el problema de la pandemia, el regreso a las aulas no es la excepción.