El confinamiento impuesto en varios países europeos frente a la pandemia parece empezar a dar frutos, aunque el coronavirus sigue matando gente y provocando una crisis económica de dimensiones inesperadas.
El confinamiento impuesto en varios países europeos frente a la pandemia parece empezar a dar frutos, aunque el coronavirus sigue matando gente y provocando una crisis económica de dimensiones inesperadas.
La esperanza que levantó en los últimos días la caída del número de muertos de la COVID-19 en Italia y España contrasta con lo que ocurre en Francia y el Reino Unido por ejemplo.
No obstante, hay otras señales alentadoras, como el saldo de hospitalizados en cuidados intensivos, que retrocede en esos tres países, los más golpeados en Europa, y que hace pensar que se esta cerca del pico de la epidemia.
"Lentamente, se comienza a observar una caída de la presión sobre los hospitales y las unidades de cuidado intensivo", señala la doctora María José Sierra, del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias de España.
En Italia, el número de pacientes en cuidados intensivos también siguió disminuyendo el martes, por cuarto día consecutivo, con una reducción de 106 en 24 horas.
En Francia los casos de contagios van en aumento, pero bajan las camas ocupadas en terapia intensiva."Este es el criterio más importante, porque es el que somete a nuestros hospitales a una gran presión", subrayó Olivier Véran, el ministro de Sanidad.
En España, la cifra de muertos diarios con coronavirus cae nuevamente. 683 nuevas víctimas en 24 horas, por debajo de las 757 notificadas el miércoles. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiere ampliar el estado de alarma hasta el 26 de abril, porque sirve para poner “bajo control” a la pandemia.
La caída constante de la economía mundial presiona a todo el sistema sanitario. Pero en caso de un desconfinamiento apresurado, el riesgo es que la curva de la enfermedad que empiece a crecer de nuevo.
El turismo es uno de los sectores más golpeados. Por ejemplo en Italia emplea a 4,2 millones de personas (el 10% de la población) y genera el 13% del PIB.
La Semana Santa suele marcar el inicio de la temporada turística, con la afluencia de los visitantes extranjeros, turistas locales y peregrinos. Este año, el ingreso económico general será catastrófico debido al coronavirus
La organización profesional del sector, Confturismo, calculó como mínimo, una pérdida de 22.000 millones de euros.
El volumen de negocio generado por el turismo es de 200.000 millones de euros al año. Ese número, fue justamente el que IATA se apresuró a pedir como ayuda para el turismo cuando comenzaba la pandemia.
El PIB de Francia retrocedió un 6% durante el primer trimestre, su peor resultado desde la Segunda Guerra Mundial. Y todavía no han llegado al pico de contagios que permita pensar en una salida.
El PIB alemán, por su parte, caerá un 4,2% en 2020 y todo apunta a un hundimiento 10% en el segundo trimestre. Los expertos anticipan un fuerte repunte del desempleo, con un incremento de 236.000 personas respecto de 2019, hasta los 2,5 millones, lo que supondría una tasa de paro del 5,5%.
Los dos motores de la Unión Europea, tras el Brexit, están en crisis y arrastran al grupo de los 27.
En España, la pérdida de empleo, la destrucción de empresas, los ajustes de las compañías y la cadena de retrasos en pagos hace que el país retroceda a los tiempos de crisis de 2008 o peor todavía.
Cada día, más empresas acuden al ERTE (Expendiente de Regulación Temporal de Empleo)
Los expertos económicos tiene hecho un cálculo de los efectos de la pandemia. La economía perderá dos puntos de crecimiento por cada mes que pase. Y conforme más tiempo dure, más destrucción habrá de empresas.
Pero al mismo tiempo, sin una vacuna, el aislamiento es la única fórmula efectiva, para evitar la mayor cantidad posible de muertes hasta salir de la pandemia del COVID-19