Easterbrook, de 52 años, es divorciado y había empezado a trabajar en la sede de Londres en 1993. Sin embargo, en 2011 había dejado la compañía para asumir como presidente de la cadena de restaurantes Pizza Express. Más tarde aterrizó en el grupo alimenticio asiático Wagamama. Finalmente volvió a McDonald´s para asumir la responsabilidad que ejerció hasta el viernes último.
A través de un correo electrónico reconoció la relación y afirmó que se trató de “un error”. Por otra parte, dijo que, teniendo en cuenta los valores de la compañía, comparte la decisión de su desplazamiento. Según se informó, será reemplazado por el último presidente de la división estadounidense, Chris Kempczinski.
Tras la difusión del escándalo y la partida de su principal protagonista, las acciones de McDonald´s se hundieron hasta un 3% y la compañía registró pérdidas por US$ 4.000 millones. Es que el desplazamiento de Easterbrook no pasa desapercibido en Wall Street: desde su regreso en 2015, las acciones de la empresa se habían duplicado.