

El mensaje de Francisco, para despedir el año tuvo una característica extraordinaria. Una ciatalgia dolorosa le impidió estar presente en el Te Deum del 31 de diciembre y en el primer a celebración de este año nuevo.
Sin embargo, dejó por escrito sus palabras para la homilía para despedir el caótico año 2020.
Fue allí que dejó este pensamiento: "Puede parecer forzado y casi estridente agradecer a Dios al final de un año como este". Inmediatamente aclaró que "no existe un Dios cínico y despiadado".
El vocero vaticano, Mateo Bruni, fue el encargado de advertir al periodismo y al mundo, que por primera vez en su pontificado, Francisco no podría conducir las misas de fin de año y la de celebración por la llegada del año nuevo.
El Papa sufre de ciatalgia desde hace varios años. En el año 2013, a su regreso del viaje pastoral a Brasil, confesó ante los periodistas en el avión que lo llevaba a Roma: "Es dolorosísimo. No se lo deseo a ninguno".
Francisco ha utilizado en gran medida las redes sociales. En este fin cambio de año, a causa de su impedimento físico, sacó más provecho de su cuenta @pontifex.es.
Allí publicó dos mensajes recientes. En el último tuit del 2020 a quienes combatieron contra todas las consecuencias de la pandemia.
Demos gracias a Dios por las cosas buenas que han sucedido en el tiempo de la pandemia: por tantas personas que, sin hacer ruido, han tratado de hacer que el peso de la prueba resultase más soportable.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) December 31, 2020
Esta mañana, dejó sus deseos para el año que acaba de comenzar.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) January 1, 2021
El Papa Francisco dio la oración del Ángelus desde la biblioteca del Palacio apostólico vaticano.