Salud Mental

Prevención del suicidio: la segunda causa de muerte a nivel mundial entre los jóvenes

Se calcula que cada año se suicidan más de 1.000.000 personas, y por cada una de ellas se cometen muchos intentos más. Los efectos sobre las familias, los amigos, y las comunidades son devastadores y de amplio alcance.
Prevención del suicidio: la segunda causa de muerte a nivel mundial entre los jóvenes

Cada 40 segundos alguien comete un suicido en alguna parte del mundo, y entre los jóvenes de 15 a 29 años, es la segunda causa de muerte a nivel mundial.

El camino a seguir consiste en actuar juntos, es por eso que se habla de que muchos de los suicidios son prevenibles si se logra un enfoque multisectorial que lo aborde de una manera integral, reuniendo los diferentes sectores e interesados directos más pertinentes para cada contexto.

El conocimiento acerca del comportamiento suicida ha aumentado enormemente en las últimas décadas. La investigación, por ejemplo, ha mostrado la importancia de la interacción entre factores biológicos, psicológicos, sociales, ambientales y culturales en la determinación de los comportamientos suicidas. Al mismo tiempo, la epidemiología ha ayudado a identificar muchos factores de riesgo y de protección frente al suicidio tanto en la población general como en los grupos vulnerables.

Los servicios de salud deben incorporar la prevención del suicidio como un componente central. Los trastornos mentales y el consumo nocivo de alcohol y otras sustancias contribuyen a que estas prácticas se cometan con más asiduidad. La identificación temprana y el manejo eficaz son fundamentales para conseguir que las personas reciban la atención que necesiten, como así también la capacitación del personal en Primeros Auxilios Psicológicos, contención y acompañamiento. En la actualidad se visualiza un aumento de las consultas relacionadas a salud mental, las cuales evidenciaron un marcado incremento, entre febrero y agosto de 2022 es del 300% más, enmascaradas en grandes trastornos como ansiedad, pánico, labilidad emocional y sobre todo en las Empresas de Emergencias se evidencia un notorio aumento de llamados con motivo de ingesta medicamentosa o lesiones autolíticas, por citar algunos ejemplos.

Muchas veces resulta complicado ayudar a una persona cuando pasa un mal momento, pensamos que la mejor manera es aconsejándolo como podemos, pero en muchas ocasiones, desde nuestra ignorancia en salud mental, emociones y otros aspectos, llegamos a herir más a la persona, cuando desde un principio, lo único que necesitan es sentirse acompañadas. Pero, sobre todo, las personas en esta situación necesitan sentir que validamos sus emociones.

Validar significa decirle a alguien que lo que está sintiendo en ese momento es comprensible por la situación que está atravesando, es darle el permiso de sentir, es hacerle saber que su emoción no está mal ni bien, simplemente ES.

Muchas veces lo que la persona necesita es sentirse acompañada, ya que la contención tiene un rol fundamental.

La estigmatización, en particular en torno de los trastornos mentales y el suicidio, lleva a que muchas personas se abstengan de pedir ayuda. La concientización de la comunidad y la ruptura de los tabúes son importantes para quienes procuran prevenirlo.

El liderazgo sostenido es esencial ya que las metas de prevención del suicidio pueden lograrse sólo mediante esfuerzos que nos lleven a generar un cambio social. Para esto se requieren tres factores importantes: conocimientos (tanto científicos como adquiridos mediante experiencias prácticas), apoyo público (voluntad política) y una estrategia social, como una respuesta nacional para alcanzar las metas de prevención del suicidio. Es importante sentarse a hablar de salud mental, ya que esto habilitaría a que el dolor de algunos sea el motor para acompañar y visibilizar el dolor de otros.

En cuanto a las políticas, se sabe que 28 países tienen hoy estrategias nacionales de prevención. El Día Mundial para la Prevención del Suicidio, organizado por la Asociación internacional para la Prevención del Suicidio, se conmemora cada 10 de septiembre y tiene como ejes fundamentales, recordar trabajar sobre los mitos y realidades, sobre la importancia de la visibilización de la problemática, enfatizando el tomar en consideración cualquier verbalización, amenaza o intento de suicidio y la importancia de facilitar a la persona la expresión de sus emociones y pensamientos. El suicidio puede prevenirse y es asunto de todos.

*Por Mario Clemente, presidente de la Fundación Observatorio para la Medicina Pre hospitalaria.

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