"Estoy hace 11 semanas sin poder entrenarme en una pileta. Es un récord mundial. No existen ejercicios que repliquen la sensibilidad que necesita un nadador para entrenar en el agua. Estoy entrenando para mantener mi estado físico, pero para un nadador perder una semana de entrenamiento equivale a dos o tres meses de recuperación", comentó a TN.
Y fue sincera: "Saber que puedo no llegar preparada a los Juegos Olímpicos me frustra demasiado y hace que entre en consideración la posibilidad de ni siquiera prepararme para los Juegos y hasta dejar de nadar si esto se sigue extendiendo".