

Desde 2009, la Fundación Espartanos se encarga de convocar voluntarios que estén encarcelados para formar parte de un proyecto deportivo y solidario: se arman equipos de rugby en 58 cárceles de la Argentina y desde la pertenencia, se confeccionan distintas actividades.
Además, cuando los reclusos cumplen su condena, consiguen trabajo: en lo que va de la pandemia, 21 Espartanos se insertaron socio-laboralmente, y en total, 225 se encuentran contratados para trabajar en diferentes rubros. A su vez, los Espartanos que se encuentran en los pabellones, contribuyen con la sociedad mediante la confección de barbijos y otros insumos que donan al Servicio Penitenciario y a otros internos para reforzar los cuidados contra el COVID-19.
"En algunas cárceles del interior han vuelto a entrenar, están haciendo actividades los voluntarios que pueden ir. En la enorme mayoría de cárceles no todavía. En la pandemia les permitimos tener teléfonos a los internos y se realizaron distintas actividades por zoom, como rezar o hacer entrenamientos virtuales", contó Eduardo "Coco" Oderigo, director de la Fundación.
Además, Oderigo agregó: "En ocho pabellones se empezaron a hacer mantas para gente en situación de calle durante el mes de agosto. Se hicieron barbijos, rosarios, para llevar afuera... Eso fue en el Complejo San Martín, se buscó que se haga algo por los otros".
Actualmente hay 16 Espartanos trabajando en el Gobierno de la Ciudad, en el sector de Desarrollo Social. Del proyecto, forman parte casi 3 mil presidiarios, en su mayoría varones ya que el 95% de los presos en Argentina son hombres.