Sin embargo, el anuncio despertó ciertos resquemores entre el Gobierno y la empresa, según pudo saber A24.com. El principal foco de conflicto gira en torno a quién tiene que realizar la presentación de la vacuna y cuándo se comunicará.
La farmacéutica nacional anunció en abril la producción nacional del primer lote de la inmunización rusa, el cual fue enviado al Centro NITsEM N. F. Gamaleya para que la sustancia sea puesta a prueba y establecer, de este modo, la calidad del medicamento.
El 31 de mayo, cuando desde Rusia aún no había luz verde para dar inicio a la producción nacional, Fernández confirmó que en junio comenzaría a producirse localmente la vacuna Sputnik V. "Si las cosas salen como están previstas, deberíamos tener más de dos millones de dosis realizadas en el país", argumentó. Mientras que el 2 de junio fue la ministra de Salud, Carla Vizzotti, quien informó que el Instituto Gamaleya había aprobado los resultados del control de calidad de los componentes de la vacuna rusa producidos en el laboratorio Richmond.
"El Instituto Gamaleya ha confirmado el control de calidad satisfactorio de tres lotes de cada uno de los componentes de la vacuna Sputnik. Vamos a avanzar en que Argentina sea parte de la cadena de producción de la vacuna", aseguró la ministra en una conferencia de prensa. Según explicó Marcelo Figueiras, titular del laboratorio nacional, en ese momento, estas inmunizaciones serían "en principio para el Estado argentino".