"Un ángel sube al cielo. Me duele el alma"."Hace meses planeamos este viaje a Italia con mis abuelos... Hoy llegaron a Italia, yo los fui a recibir. Ellos estaban felices de conocer a Benedicto. Los trajimos del aeropuerto con Maxi, tomé mate con ellos, almorzamos. Estaban felices, sobre todo mi abuelo"."Era especial para él venir a Italia. Le dije que el viaje era cansador, me dijo que no, que era el día más no podía pedir"."Lo fui a acostar, le destapé la cama, le dije lo feliz que estaba de tenerlos en mi casa y lo tapé. Volví al living con mi abuela"."Cuando pasaron las horas, mi abuela, que se encontraba en otro piso de la casa que yo lo despidiera. Así fue como fui a despertarlo, sola. Nunca se despertó de esta siesta. Mi abuelo se fue feliz. Yo me siento en paz, tengo bronca, angustia y siento que lo quería aún un poco más"."Pero tomé el mate más feliz de mi vida y les preparé una pasta con pesto: ¡¡su plato favorito!! Dios eligió que fuera acá y Dios manda"."Le pido a Dios que reciba a mi abuelo. Pocas personas tan honestas conocí en esta vida. Y ayudame a cuidar a mi abuela que se quedó sin su compañero después de 56 años de matrimonio. A veces cuestiono a Dios, hoy le dio la mejor muerte que alguien puede tener".