“Esperamos y desesperamos, y esperamos sin esperar nada. Y así la vida y así la muerte. En estos momentos me encuentro en la sala de espera más dura que me ha tocado esperar. Estoy acá con mi madre a mi lado esperando la muerte, su muerte que es también, un poco la mía”, siguió la carta de Lozano.
Y agregó: “No es una espera como la esperaba, no es tan cruda como la pensé... por momentos es insoportable y enloquecedora, y por momentos huele a paz y a ternura. ¡¡Estoy sola recostada a su lado, esperé mucho este momento, estaba abrumada con tanta gente velándola en vida!! Ansiaba estar a solas con ella. Escucho su respiración que por momentos se detiene y son segundos de inmensa incertidumbre y un poco también mi respiración se detiene y es una pausa eterna y volvemos a arrancar”.
Además, describió la situación que estaba viendo: “El goteo de la morfina cae lentamente y el monitoreo hace un juego de luces que creo me encanta, hay algo en el ritmo de ese goteo, las luces y la respiración de mi madre que me resultan fascinantes. Van a ritmo y eso me gusta, me gusta lo que sucede en el silencio de esta espera”.
“No sé qué la detiene, se lo he preguntado infinitas veces pero tampoco sé si ella lo sabe, quizás una vez más esconde un secreto. A mí no me gusta ese olor, tampoco sé si a ella le gusta, pero ahí está entre sus manos. La miro y sé que ya no es ella, es tan coqueta que estoy segura que no le gustaría verse así. Si pudiera le pondría rubor en sus mejillas, no le gusta verse pálida, no traje rubor, no pensé que lo necesitaría”, admitió la conductora.
“Respira, se detiene y respira. Por momentos quiero que se detenga pero cuando se detiene la miro y le digo ‘mami, no seas vagoneta’. ¿Qué será lo que la detiene? Ya le dije que se vaya, ya hice todo lo que te recomiendan los médicos y psicólogos. Los curas y las enfermeras. Pero la muerte es esa cosa extraña con tiempos propios. La inmanejable muerte. Me pregunto qué prefiero, me pregunto si quiero que venga ahora que estamos las dos solas o cuando venga mi hermana y estemos las tres como siempre lo hemos estado. Me pregunto si me daré cuenta, si la habitación se pondrá fría y oscura o tibia y luminosa”, siguió.
También escribió: “Es extraña la vida, casi siempre lo es, pero cuando la muerte anda rondando todo se detiene un poco. La muerte no es tan romántica... La muerte es la muerte y se la vive cómo puede...”.
“Me gusta saber que ella sabe que la amo, este puente silencioso que se ha creado entre las dos, la música de su respiración pausada y ese leve sonido del aparatito que la asiste. Me gusta la paz que hay en el cuarto, cuidarla en soledad,unidas en la espera de su muerte y no duele tanto por ahora... estoy preparada en la espera para cuando ella lo esté. Tranquila mami, acá estamos para cuando vos lo decidas. Vení cuando ella te llame, muerte, vos ya sabés el camino”, cerró Maju la carta.
Maju Lozano narró el calvario que vivió tras recuperarse del dengue: "Es un dolor de cuerpo que literal te morís"
Hace una semana, Maju Lozano reveló que se contagió de dengue. "El dolor es peor que tener Covid, el dolor de cuerpo es mucho más fuerte. Lo único que me calma es la almohadilla eléctrica de calor", expresó la conductora luego de conocer el diagnóstico.
En una entrevista con Socios del espectáculo, la figura de El Trece contó cómo se encuentra luego de días de un profundo padecimiento. "Estuve con dengue toda la semana pasada y la pasé fatal. Es horrible, es muy doloroso. Es un dolor de cuerpo que literal te morís. Me dolían los dedos, los talones, todo el cuerpo", resumió.
Maju explicó que no puede precisar cuándo fue se contagió. "No me acuerdo cuando me picó el mosquito, porque supuestamente cuando empiezan los síntomas, con la fiebre y eso, ya viene de días atrás. No me acuerdo porque no soy una persona que está perseguida por el mosquito", detalló.
La conductora mencionó que recién ahora se siente algo mejor. "Me levanté con mucho dolor de cuerpo y de cabeza, pero dicen que son 10 días que duran los síntomas aproximadamente. Ayer estuve genial", finalizó.