“Bueno, no fue una violación. Pero si lo hubiese hecho con la luz prendida, todos se iban a reír porque lo podían ver, pero lo hizo con la luz apagada. Yo no interpreto nada. Sólo digo lo que pasó”, cerró acerca del tema.Luego, dio a entender que la gente iba a ver “Marcianos en la casa” pura y exclusivamente por él.“La gente a la salida del teatro lloraba cuando me tocaba. Gritaba. Me decían ‘Ergün, hice tres mil kilómetros para tocarte’. Es una emoción indescriptible. En la Argentina, la prensa siente un placer enorme cuando se burla. Los periodistas son sádicos. Pero evidentemente en esta obra, no pudieron decir nada. Si yo hubiera sido malo actuando, ya lo habrían dicho. Hubieran hecho un escándalo. Entonces eso prueba que soy un buen actor”, manifestó.Y cerró hablando de su ex jefe, Marcelo Tinelli: “Yo admiro a Maradona, a Víctor Hugo, al inventor de la penicilina, a mi profeta, a Marlon Brando... A Tinelli lo respeto, pero no lo admiro”.