“Mientras Andrew giraba, vi a Amy colgada de su hombro, como la carga de un bombero”, relata. “Era obvio que él la había bañado y vestido e intentado peinarla para que pareciese respetable”.
Es más, la cantante -fallecida con sólo 27 años- “apestaba a alcohol”, un hedor que “salía por cada poro” mientras Amy intentaba decir algo coherente. “No pude sentarme allí y verla de esa forma”.
La cantante fue hallada muerta en su casa de Camden el 23 de julio de 2011. La investigación posterior reveló que Amy había muerto de una intoxicación etílica accidental.
El libro se publicará el próximo jueves, 11 de septiembre, y los beneficios se destinarán a la Amy Winehouse Foundation, creada por Janis para prevenir el consumo de drogas entre los jóvenes.