En declaraciones que recoge el Daily Mail, Mónica Montore afirmó que "estaba tan afligida por lo que le habían hecho a Jonás que quería suicidarme delante de la puerta del estadio (Saint James Park). Iba a dejar una carta diciendo el terrible trato que le habían dispensado a mi hijo (...) Cuando vuelve de la operación, después de haber perdido un testículo (la lesión se desató luego de haber recibido un fuerte pelotazo) lo echaron como a un mal perro".
Sin embargo, el director general del club, Lee Charnley, negó las acusaciones del jugador. "Incluso si hubiéramos querido influir en las convocatorias del equipo, -que está claro que no fue así-, esto hubiese incumplido las obligaciones asumidas por el club en su contrato (...) Además, la idea de que nuestro objetivo de influir en las convocatorias era esquivar la renovación de contrato de Jonás porqué tenía cáncer es ofensiva y falsa".
"Jonás dejó de entrar en los planes del equipo antes de que le fuera diagnosticado el cáncer, debido a la llegada de jugadores de mayor calidad al club", fue la cruda respuesta del dirigente.