La pareja está en Miami desde hace varios días descansando y disfrutando de los buenos días de sol y playa, que hasta el día de ayer la “Ciudad del Sol” les permitió, ya que un nuevo temporal azota la ciudad elegida por muchos argentinos para descansar.
Según informa Crónica, Torres y Bello no se separan ni un minuto. Desde su llegada, lo primero que hizo el cantante fue arreglar su scooter (pequeña moto) azul para poder transportarse por la ciudad con total tranquilidad, y siempre lo hizo junto a su novia.
Con este panorama “gasolero” que presentaban, la pareja eligió todas las mañanas para ir a caminar, si no pasan muchas horas en su departamento, sin muchos lujos, ubicado en Portofino (donde también vive Ricardo Fort), y cuando salen van, durante los días que el clima así lo permitió, hasta el Nikki Beach, ubicado a apenas dos cuadras de su domicilio.
Luego de algunos días, Diego logró que su scooter sea reparado y así comenzaron a recorrer otras distancias, juntos, llenos de amor y con esa pancita que aún no se deja ver.
En medio de tanta alegría y amor que comparten por estos días, Diego no pudo evitar enamorarse de una de las sensaciones del momento en Miami: las patinetas eléctricas.
El músico adquirió una de ellas durante su estadía y no deja de utilizarla para hacer todo tipo de demostraciones a lo largo de la bahía, mientras ella lo espera y observa hiperenamorada.
La pareja tiene previsto regresar al país en algunas semanas, con bebé en camino y nuevas canciones que Diego estuvo componiendo durante sus tiempos de amor y flamante paternidad.
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