Cerati estuvo cuatro años en coma producto de un accidente cerebro vascular que había sufrido en Caracas, Venezuela, poco después de ofrecer su último recital, el 15 de mayo del 2010 en la Universidad Simón Bolívar.
Tras el ACV, el músico estuvo internado cinco meses en la Clínica Fleni en Buenos Aires para luego ser trasladado a Alcla, de menor complejidad.
En ese extenso derrotero, Cerati fue centro de numerosos homenajes y muestras de afecto de sus colegas y seguidores, escena que ahora se repite con su deceso.
Como es natural en un músico que trascendió las fronteras de la Argentina y tuvo especial resonancia en América Latina, con la explosión de Sosa Stéreo cuando despuntaban los '90, la despedida de Cerati fue acompañada por seguidores de diferentes procedencias.