Como prometió en entrevistas, y en su Instagram(@marceloarceoficial), no fue una clase ni conferencia ni nada por el estilo. Un show, entre risas y lágrimas compartidas efusivamente con el público, que vitoreaba cada instante. Ya desde que entró “dirigiendo” con un breve collage visual que combina un ballet y la música rítmica y picante de la Novena alternando la original sinfónica y la versión jazz. Saludó usando la frase y el gesto de la Oda: «¡Este Beso al Mundo Entero!»
Sorprendía con rarezas, como Mariposa Blanca, tercer bolero en español que el Toro Beethoven escribió simultáneamente con las últimas páginas de la Novena.
Presentó la clave de su investigación de hace 15 años: descubrió una esquela del compositor, respondiendo la carta del amigo médico que termina preguntándole «¿Cómo estás?». El Maestro escribió «Estoy así…» Un pentagrama con tres compases, cada uno con dos notas, descendiendo. Sobre cada par, puso dos sílabas: Solo, Solo, Solo. Y un clip lo enseñó iluminando y latiendo cada nota y cada sílaba.
Es el tema principal con que inicia la Novena. Esas dos notas hilvanan toda la Sinfonía. Un hallazgo fuertemente aplaudido y con los silbidos tipo “recitales” de los jóvenes, que asombró fuesen tantos y en primera fila.
Impactante la Filarmónica de Berlín, dirigida por Herbert von Karajan. Cada movimiento en distintos años: 1984, 1977 con transmisión satelital y dos de 1963.
Arce replicó «¡Nunca sabré cómo tributar tanta Fidelidad!» Fue a raíz de preguntar al público y con voz fuerte se supo que vinieron de Santo Tomé, de Gral. Pico, de Mar del Plata una pareja que se volvía esa noche…
No faltaron sus clásicos tips en los shows. Como las “Instrucciones para espantar melómanos en un cóctel con pregunta paqueta” y luego disfrutar de la copa de champán y el canapé. Para memorizar, los asistentes repitieron la “Frase Paqueta” correspondiente a esa noche. ¡Más risas!
Fundamentó por su investigación muy antigua, por qué lo llama respetuosamente Don Beetho. Como es su costumbre, sometió a votación del Público varios temas para la Gala del 2 de Julio.
Por aplastante unanimidad será “La Quinta Sinfonía de Beethoven” que, dijo, es muy breve. La cita será de 20 a 21:30. Durante mayo el Astral mantiene el mismo valor desde marzo.
Hizo palmear el “Motor Energizante” como tildó al tema del segundo movimiento. Arce anticipó qué narra el tercero, Adagio, conocido como “La Catedral” que tiene un solo tutti fuerte. Lo tituló “Bastonero” y contó su significado. Cuando terminó ese Adagio, el público estaba mudo, quieto y entre lágrimas.
Restalló el “Puñetazo”, puño derecho en alto, típico gesto de Don Beetho “desafiando al Destino”, representado en la orquesta con un fortísimo y disonante acorde. Iniciaba la Oda a la Alegría, versos de Schiller.
La famosa melodía la compuso ¡33 años antes!. Arce con un chiste rechazó “como cursi y desastroso” cuando aquí la gente canta “Escucha hermano la canción de la alegría…”
El público se plegó a carcajadas. «¡Eso es de décima!» Llegó la Oda en versión de Deep Purple. Fue sorpresa y diversión, pero también evidenció la formación académica de esos grandes músicos.
Pero el momento más fuerte del show, singular por la iluminación, fue su dirección de espaldas a la pantalla y en coordinación con la letra y música del clip abstracto, de unos tres minutos, que crece en intensidad y emoción hasta una cima cuando todos cantan “¡Dios!” en un acorde larguísimo que dibuja la Cruz, tanto en la imagen, la música y la gestualidad de Arce, que hizo vibrar todo. Ovación de pie.
Así anticipó el momento culminante de la Oda que de inmediato se vio completa, en la edición especial armada según guión de Arce. Fue motivante, pues presentaba al enorme coro, el cuarteto solista, la Filarmónica y Karajan en distintos planos y con un ritmo visual en concordancia con la obra y el subtitulado. En el instante casi final, marcó el “Tema del Amor Redentor” Luego la percusión y orquesta marcharon brillantes, potentes, acelerados, “Hacia la Victoria de la Hermandad Universal”.
Tres veces salió Arce a saludar y agradecer postrándose al piso repitiendo «¡Felicidades Don Beetho!», con el público de pie, aplaudiendo, silbando y gritando: “¡Más! ¡Dale!” ¿Alguien puede dudar que fue una verdadera Fiesta de Cumpleaños?
PRÓXIMA GALA 2 DE JULIO – TEATRO ASTRAL, 5ta SINFONÍA DE BEETHOVEN
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