La opción más sencilla para Ricky Martin sería omitir aquellos países que no respetan los derechos de los homosexuales de sus giras sin pensárselo dos veces, sin embargo, él sigue soñando con poder actuar de nuevo en Rusia -donde existe una ley que prohíbe la difusión de información sobre las “relaciones sexuales no tradicionales” entre menores- para demostrar que es una persona tan normal como cualquier otra, independientemente de su orientación sexual.