Este último parte médico ha destrozado a la familia. Los médicos del Hospital Universitario de Grenoble le habían reducido la anestesia y su esposa, Corinna, pasa varias horas al día sentada junto al paciente, hablándole, con la esperanza de que lentamente despierte, según ha reconocido la portavoz de Schumacher, Sabine Kehm. Las voces familiares suelen ayudar en estos procesos y tienen un efecto sedante, por lo que los suyos se turnan para mantener la terapia el mayor tiempo posible. El padre del piloto, Rolf Schumacher, acude a menudo al hospital para tomar el relevo a Corinna. Incluso Ross Brawn, ex jefe de equipo de Ferrari y de Mercedes, que ha coincidido varios años con Michael Schumacher, se ha prestado a contarle novedades de la Fórmula 1 y bromear en voz alta con el deportista, que por ahora no muestra reacción. Uno de los más asiduos al hospital de Grenoble es Jean Todt, ex jefe de Ferrari y actual presidente de la Federación Internacional (FIA). Todos ellos han sufrido un duro golpe al conocer el nuevo diagnóstico.
Los médicos del Hospital Universitario de Grenoble podrían haber descubierto la inflamación en los pulmones mediante una radiografía o, incluso, el aumento de la fiebre de Schumacher. Ahora, para determinar qué tipo de antibiótico deben administrarle, los médicos tienen que tomar una muestra de líquido de los pulmones, a través de un manguito esterilizado que se introduce por el mismo tubo de respiración. Una vez extraído el líquido, se pueden averiguar qué tipo de bacterias están atacando y dar con la medicación adecuada. (El Mundo)