Allí se produjo la foto que se viralizaría horas más tardes. Pero, aunque parezca mentira, este fenómeno no fue una casualidad y una suerte para que se realizara unas postal, sino que tiene una explicación.
A ese comportamiento, conocido también en otras especies, se lo conoce como lacrifagia, y que en general practican animales con probóscide (un apéndice alargado y tubular situado en la cabeza de ciertos insectos) como polillas y mariposas, e incluso abejas.
El objetivo es completar su dieta de sales y otros nutrientes a través de las secreciones de tortugas, cocodrilos, lagartos o aves.
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Un caso de lacrifagia pero entre una mariposa y una tortuga.
A su vez, el científico Matthijs P. van den Burg, del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid se puso en contacto con el fotógrafo para que ambos estudien dicho fenómeno. “Nuestro trabajo aporta nuevos conocimientos sobre la historia natural de las cucarachas”, ha señaló van den Burg.
Es así que ambos llegaron a una misma conclusión: "Estos insectos visitan a sus depredadores por la noche para encontrar esas fuentes de alimentación, lo que podría desencadenarse debido a la alta competencia en las selvas tropicales".
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El objetivo de dichos insectos, como la cucaracha, es completar su dieta de sales y otros nutrientes a través de las secreciones de tortugas, cocodrilos, lagartos o aves.
Aunque todo parezca positivo, y sobre todo para los insectos, el estudio científico explicó que esta conducta podría también perjudicar a los reptiles en el caso de transferirse virus o bacterias.
Para el biólogo, el descubrimiento de la lacrifagia de cucarachas sobre lagartijas, un fenómeno muy difícil de observar, "permite comprender mejor las interacciones entre especies en todo el mundo".