Joaquín Coronel tenía 18 años y fue a una cancha de fútbol con la esperanza de ver a Luján, su equipo. Esta mañana se conoció que fue una de las víctima fatales de la balacera que se desarrolló en la cancha de Luján en el partido frente a Alem.
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Joaquín Coronel tenía 18 años y fue a una cancha de fútbol con la esperanza de ver a Luján, su equipo. Esta mañana se conoció que fue una de las víctima fatales de la balacera que se desarrolló en la cancha de Luján en el partido frente a Alem.
Javier, su padre, habló con A24 y dijo: “No alcanzan las palabras para describir lo que era mi hijo. Estaba terminando la secundaria y le gustaba ir a la cancha. Como no van visitantes, no había riesgos, pero después pasó lo que pasó".
"Me llegó un video de Joaquín y salí con el auto rápido, me fui hasta el hospital y él ya estaba en el quirófano. Lo estaban operando. pero ya estaba muy mal. ¡Pobre Negro! Simplemente fue a ver un partido, no era un barra", declaró su padre en el medio de tanto dolor.
Su padre no encuentra explicaciones ante tanto sufrimiento. Muestra la foto de su hijo que tiene en su celular y agrega: "Era un chico con unas ganas de vivir y unos salvajes vienen a matar. Bajaron a los tiros de una camioneta. Se le vaciaron los cargadores pero fueron a matar. No entiendo ya más nada del fútbol. Era tímido, nunca pedía nada. Le pegaron un tiro y festejaron como si fuese un trofeo".
El violento episodio sucedió cuando apenas iban 14 minutos del clásico de la Primera C, un grupo de barrabravas de Alem se acercó hasta la cancha de Luján. Empezaron a efectuar disparos con armas de fuego hacia los hinchas locales y provocaron 15 heridos, entre ellos Joaquín Coronel.
“Destrozaron a una familia y se fueron por la autopista como si nada. Ya no se entiende más nada. Encima festejan la muerte, como si ellos no tuviesen una familia. Se fueron a dormir y lastimaron a un montón de gente. No puedo entender que no haya nadie preso", señaló su padre.
Su padre todavía recuerda el último diálogo con Joaquín: “Hace dos días me llamó por teléfono y yo tenía el celular en silencio y no lo pude escuchar. Después fui a verlo y siempre estaba alegre”.
El papá de Joaquín explicó que nadie del club se comunicó con él. "Nadie nos llamó. Los único que están son ustedes, la prensa. El dolor lo tenemos por dentro. Ellos son hijos de dirigentes del club Alem. Todos los conocen a ellos, pero nadie sabía de lo que eran capaces. Mi hijo era un amor. Hace unos días pasó por un semáforo y vi a un chico que tenía frío y se lo llevó a casa. Ese era mi hijo. Eso era Joaquín. El simplemente quería estudiar para trabajar y ayudar a su mamá", confesó.
Al ser consultado por si alguien de la AFA o de la política habían hablado por lo sucedido, Javier dijo: “Me encantaría que me den una palmada, pero no apareció nadie. Solo quiero Justicia. Fue a ver un partido sin visitantes, no había riesgos supuestamente. Pero entraron, mataron y se fueron como si nada".
Sobre el caso todavía no hay ningún detenido y su padre relató: “Vino la policía pero solo a buscar la ropa de mi hijo. Y encima me preguntaron por qué la lavé. La lavé porque estaba llena de sangre y no quería ver eso", aclaró.
"Un amiguito le tapaba la herida. Pero es un dolor muy grande. Vienen, matan, se van y festejan. Sacaban armas de todos lados y mi hijo se llevó la peor parte. Lamento no haber estado ahí para sacarlo", concluyó.