Uno de los videos del ataque y los rugbiers durante el juicio (Foto: archivo).
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La extendida versión sobre la presunta presencia del “rugbier número 11” finalmente se confirmó este jueves, durante la novena audiencia del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa. Se trata de Tomás Collazo, un joven que al momento del hecho tenía 17 años y que fue identificado por un perito, pero que nunca fue imputado en la causa.
De acuerdo con este perito, que analizó las filmaciones realizadas antes y después del crimen, Collazo fue identificado junto a los otros rugbiers en distintos videos y en una selfie posterior al asesinato. No obstante, según se informó, Collazo, a quien un mes después del ataque se lo identificó como “Pipo”, no dormía en la casa que el grupo había alquilado en Villa Gesell y solo se sumaba al momento de las salidas.
A diferencia de Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi, quienes en un primer momento fueron detenidos y posteriormente sobreseídos en la causa, a Collazo nunca se lo imputó, aunque ahora se especula con que pueda ser citado a declarar como testigo, del mismo modo que Guarino y Milanesi.
Aquella madrugada 18 de enero de 2020, Collazo estuvo junto al resto de los rugbiers en Le Brique. Pero según arrojó la investigación, fue el último en salir del boliche y lo hizo varios minutos después que el resto.
De acuerdo con el testimonio de Agustina Matticoli, una de las peritos de la Policía Federal Argentina, los acusados fueron expulsados del boliche en el siguiente orden: primero, Matías Benicelli, Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Blas Cinalli, Ciro Pertossi, Lucas Pertossi, Ayrton Viollaz. Posteriormente, lo hicieron Guarino y Milanesi (ambos sobreseído) y, por último, Collazo.
Matticoli, en tanto, hizo un análisis del video tomado en la vereda, el mismo en el que se ve a Thomsen caminado de frente con la camisa abierta. Allí, la perito identificó a Benicelli, Thomsen, Comelli, Cinalli, los tres Pertossi, Viollaz, Milanesi y Collazo.
Este último, por su parte, se tomó una foto junto al grupo, antes de que Thomsen y Lucas Pertossi fueran a desayunar a un local de comidas rápidas.
Según informó Telefé Bahía Blanca, la falta de pruebas en su contra y el hecho de que era menor de edad al momento del hecho llevó a que el “rugbier número 11” no quedara entre los acusados.