Graciela Cardozo, la madre de Susana Cáceres, la mujer asesinada en noviembre del 2022 en el límite de los partidos bonaerenses de Ituzaingó y Moreno, causa por la que hay un detenido para quien ahora se solicitó el juicio oral, pidió que la Justicia "actúe y condene como debe ser al femicida" para que su hija "descanse en paz".
"Yo sigo esperando que Susy vuelva a casa de la feria como lo hizo siempre. La extraño mucho y tengo mucha bronca porque me la arrebataron de mi vida", dijo Cardozo a Télam.
La mujer criticó a los funcionarios que prometieron acompañarla siempre y que ahora "se olvidaron" del caso, y al respecto, afirmó: "Yo seguiré pidiendo justicia por mi Susana hasta el fin de mi vida. Un día mi reclamo se va a dar y voy poder cerrar todo. Ella tiene que descansar en paz".
Cardozo comentó que además que espera que se fije pronto la fecha del juicio oral para Ramiro Joel Sosa (24), detenido como presunto femicida de su hija.
La madre de la víctima aprovechó para agradecer a los fiscales que estuvieron siempre a su lado.
"Siento agradecimiento para la fiscalía y todos los que ayudaron en el caso", dijo en referencia a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Moreno que llevó adelante la investigación del femicidio y la 2 de Ituzaingó que ahora pidió la elevación a juicio.
Por su parte, para Adriana, la prima de Susana Cáceres que siempre estuvo al frente de la lucha y los reclamos de la familia, dijo a Télam que pese a haber estado "sobrepasada", ahora tiene "confianza en una Justicia".
"Para nadie fue fácil todo lo que pasó, mucho menos para mí tía Graciela. Todos estamos a la espera de justicia y es lo que vamos a lograr en un futuro juicio contra el femicida de Sosa", agregó Adriana.
"Que no se olviden de Susana Cáceres. Pedimos que tengamos un juicio pronto y que trabajen para poder terminar con todo esto. Hoy sus hijos se encuentran bien gracias a Dios, retomaron sus vidas con mucho esfuerzo y acompañados de su padre y la familia", dijo en referencia a los cuatro hijos de la víctima, de 2, 15, 18 y 22 años, que se quedaron sin madre.
