En medio de una interna caliente, Alpine anunció la salida de su jefe de equipo y confirmó que Flavio Briatore asumirá ese rol, un cambio que podría beneficiar a Franco Colapinto.
(Foto: Reuters/Jakub Porzycki)
Los rumores ya circulaban, pero este lunes se confirmaron: Oliver Oakes dejó de ser el jefe de equipo de Alpine en la Fórmula 1. Lo anunció la propia escudería con un escueto comunicado en redes sociales, en el que además informó que Flavio Briatore, hasta ahora asesor ejecutivo, tomará el mando de las funciones principales a partir de ahora.
La noticia llega tras un nuevo mal desempeño en el Gran Premio de Miami y en medio de una interna que se cocinaba desde hace meses dentro del equipo francés. El italiano Briatore, histórico dirigente de la F1, había regresado al paddock como asesor y rápidamente marcó su territorio, en oposición a Oakes, quien defendía a Jack Doohan como piloto titular. Briatore, en cambio, apostó desde el primer momento por Franco Colapinto, incluso siendo una pieza clave en su llegada como piloto reserva.
El cambio de timón parece inclinar aún más la balanza en favor del argentino. Desde hace días se especula con que Colapinto será el elegido para tomar el lugar de Doohan desde el Gran Premio de Imola, y este nuevo escenario político dentro de Alpine podría terminar de confirmarlo.
Mientras tanto, Colapinto se encuentra en Zandvoort, donde está programado que este miércoles realice una prueba con el monoplaza A523, el modelo 2023 de Alpine, en una jornada clave para su preparación. El hermetismo alrededor de los tests fue total, al punto de que el piloto que giró el martes —el japonés Ritomo Miyata— lo hizo sin identificación visible, con casco y traje negros. La presencia del argentino recién se confirmó cuando una fanática compartió una foto con él en redes sociales.
La salida de Oakes y el avance de Briatore no son solo un cambio de nombres: representan una nueva era en Alpine, una que podría comenzar con un argentino en la parrilla de la Fórmula 1.
