Según el informe policial, el hombre dijo ser empleado de una empresa de Cotia, en San Paulo, y que recibió instrucciones de actuar de esa manera. Además, explicó que si la puerta no abría, la instrucción era pagar el peaje, de lo contrario la empresa resolvería el tema posteriormente.
La Concesionaria vial destacó que sólo en las carreteras de la región de Ribeirão Preto hubo 92 evasiones de conductores. La práctica es considerada una infracción grave por el Código de Tránsito brasileño, con multa de R$ 195,23. El conductor también pierde cinco puntos en su licencia de conducir. Datos del concesionario indican que los casos de este tipo aumentaron un 65% en el primer trimestre de 2025.