Ante el anuncio del Gobierno de la quita de subsidios en los colectivos porteños, el ministro de Infraestructura de CABA, Pablo Bereciartua, destacó que ellos seguirán cumpliendo con su parte de los aportes
La Ciudad pide una transición prolija. (Foto: archivo)
En medio de la disputa por la quita de los subsidios a los colectivos por parte de la Nación, la Ciudad de Buenos Aires, a través de su ministro de Infraestructura, Pablo Bereciartua, insistió en el pedido al Gobierno nacional de establecer un plazo de seis meses para el traspaso. Ese periodo es para trabajar prolijamente para que queden bajo su guarda la competencia de las 31 líneas de colectivos que circulan por el distrito.
En este contexto, el funcionario porteño advirtió que en caso que la Nación decida unilateralmente la quita del apoyo financiero el pasaje de colectivo podría ascender a los $700.
“La tarifa que actualmente sería de $1.000 está compuesta por tres tercios. Uno paga el usuario y de los dos tercios restantes, el 55% lo paga la Ciudad y el resto la Nación”, explicó Bereciartua.
El funcionario aseguró que la Ciudad seguirá pagando su parte y en consecuencia el precio final ascendería a unos $700.
El ministro señaló que para que la Ciudad pueda hacerse cargo se necesita un procedimiento legal que incluye una autorización de la Legislatura local para el traspaso y una nueva ley de transporte en la Ciudad.
Bereciartua insistió en que el Gobierno nacional acepte un plazo de seis meses para trabajar en todo este andamiaje, que incluye el traspaso de los fondos.
En caso que la Nación decidiera en forma unilateral dejar de subsidiar desde el próximo lunes, Bereciartua sostuvo que “se crearía una confusión enorme porque la Ciudad seguirá depositando en el fideicomiso, pero las empresas no sabrían qué ingresos tendrían y probablemente haya restricciones en los servicios”.
