El corte se inició por una caída en la presión de red y afectó a más de 20 barrios. El frío extremo agravó la situación y obligó a suspender actividades escolares, industriales y comerciales.
La ciudad de Mar del Plata fue una de las afectadas por la restricción en el acceso al gas. (Foto: archivo).
Una combinación de frío extremo, consumo récord y fallas estructurales dejó a Mar del Plata prácticamente detenida durante el jueves. La falta de gas obligó a suspender clases en todos los niveles, cerrar comercios, restringir actividades económicas y cortar el suministro a industrias, estaciones de GNC y espacios públicos.
El problema comenzó el martes, cuando se registró una fuerte caída en la presión del gas natural en distintos barrios. En plena ola polar y con temperaturas que llegaron a -10°C en la periferia, el sistema colapsó. El Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) informó que la demanda subió un 25% respecto al año pasado, al superar los 100 millones de metros cúbicos diarios.
La situación llevó a las autoridades locales a implementar medidas de emergencia. El intendente Guillermo Montenegro activó el Comité de Crisis del municipio y suspendió por completo las clases, tanto en escuelas públicas como privadas. También se dispuso el cierre de natatorios, centros culturales, shoppings y grandes consumidores industriales, incluidos los del parque industrial.
“La situación es absolutamente extraordinaria. Es la primera vez que Mar del Plata sufre una situación de estas características”, expresó Montenegro en declaraciones televisivas.
Desde la empresa distribuidora Camuzzi informaron que el corte se originó fuera del ejido urbano. Los sistemas de seguridad instalados en los nichos de gas interrumpieron automáticamente el suministro cuando detectaron la caída de presión, con el objetivo de evitar accidentes.
“Ha habido inconvenientes aguas arriba en esa cadena que provocaron que a Mar del Plata no nos llegue el volumen de gas ni la presión para poder prestar el servicio en las condiciones que lo prestamos”, explicó Rodrigo Espinoza, director de Relaciones Institucionales de la compañía.
Mientras se prioriza el abastecimiento a usuarios esenciales, como hospitales y centros de salud, la reconexión domiciliaria comenzó de manera paulatina este jueves al mediodía. Según el protocolo, los técnicos de Camuzzi deben recorrer casa por casa, accionar los reguladores, purgar el aire de los caños y verificar que la hornalla encienda correctamente antes de autorizar el uso.
Cada intervención lleva entre cinco y siete minutos por vivienda. En los domicilios donde no hay nadie presente, se deja un aviso para coordinar una visita posterior. La empresa recordó que está prohibido reconectar el servicio por cuenta propia y que el operativo se extenderá mientras las condiciones lo permitan.
El Comité de Crisis también ordenó el cierre nocturno obligatorio de restaurantes y cafés, aunque durante la mañana y el mediodía del jueves varios locales pudieron operar con normalidad. La continuidad de estas restricciones dependerá de la evolución del sistema y las decisiones que tome Camuzzi.
Además del despliegue técnico, el municipio puso en marcha un operativo para garantizar el funcionamiento de servicios esenciales. Participan Defensa Civil, Desarrollo Social, EMSUR, EMVIAL, OSSE y otras áreas clave.
Desde Transportadora de Gas del Sur (TGS) se amplió el volumen enviado a la compresora que alimenta a Mar del Plata, con el objetivo de estabilizar la red. Aunque comenzaron a registrarse mejoras en la presión, el servicio aún no está completamente restituido.
Camuzzi mantiene guardias activas las 24 horas y solicita a los vecinos que sigan usando el gas con moderación, hasta tanto se recupere el caudal habitual.
La emergencia puso en evidencia la fragilidad del sistema de transporte y distribución, incluso después del crecimiento de Vaca Muerta. Como señalaron fuentes del sector, “se demostró que el sistema perdió flexibilidad y flaqueó”.
