En ese sentido, Wasiq aseguró que “ésta es la era de los medios y habrá fotos y videos que la gente mirará. El Islam y el Emirato Islámico no permiten a las mujeres jugar al cricket ni a ningún otro tipo de deporte que las exponga”.
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A las mujeres afganas no se les permite entrar en centro deportivos o gimnasios.
La decisión de los talibanes pone en juego el esperado partido de cricket previsto en Australia para noviembre entre las dos selecciones masculinas porque, para jugar, el International Cricket Council -el organismo deportivo que regula la actividad a nivel global- requiere a sus 12 miembros que tengan también una selección nacional femenina.
Con la implantación de este nuevo régimen el sueño de muchas ellas de llegar a lo más alto del deporte se desvanece o simplemente aquellas que les guste practicarlo tampoco lo podrán hacer ya que no se les permite entrar en centros deportivos o gimnasios.
Sin embargo, no es la primera vez que sufren esta privación, entre el 1996 y 2001 cuando estaban también los talibanes en el poder, no podían practicar ningún deporte. Bajo el mando talibán fueron excluidos de los Juegos Olímpicos de Sidney del 2000 por no dejar a las mujeres participar, entre otras cosas.
Represión a mujeres que exigían ser parte del nuevo gobierno afgano
En medio de los llamados internacionales porque se respeten los derechos de las mujeres en Afganistán, los talibán reprimieron este sábado pasado una marcha en Kabul, en la que ellas reclamaban representación en el nuevo gobierno en formación.
Las fuerzas oficiales impidieron el paso de la comitiva de mujeres y las rociaron con gases lacrimógenos, según informó la cadena de televisión local Tolo News, sin precisar si hubo víctimas.
Kabul ya había sido escenario de manifestaciones de mujeres que exigen ser incluidas en el nuevo gobierno afgano, aunque los líderes talibanes deslizaron que es prácticamente nula la posibilidad de incluir mujeres en puestos prioritarios. También se registraron protestas por este mismo motivo en Herat.
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Represión a mujeres que exigían ser parte del nuevo gobierno afgano