Cerca de cumplirse 20 años de la tragedia de Cromañon, legisladores porteños aprobaron una ley de reparación integral para los sobrevivientes.
La Legislatura porteña aprobó una ley de reparación a víctimas de Cromañon. (Foto: Prensa Gobierno CABA)
Casi por unanimidad, la Legislatura porteña aprobó este jueves una ley de Reparación integral y vitalicia a sobrevivientes y familiares de víctimas de la tragedia de Cromañon. En su tratamiento en recinto, el proyecto consiguió 56 votos afirmativos y tan solo uno negativo, del diputado de Republicanos Unidos Yamil Santoro.
El legislador fue abucheado por familiares y sobrevivientes presentes en el recinto cuando dio su discurso de fundamentación del voto.
La Ley 4.786 de Reparación Integral obliga al Gobierno de la Ciudad a garantizar una asistencia económica vitalicia con aumentos atados a las paritarias estatales y asistencia médica de forma gratuita.
La iniciativa de reforma de la Reparación Integral, además de estipular la asistencia de carácter vitalicia, no hereditaria y compatible con todos los programas del ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad, reabre el padrón hasta diciembre de 2024.
“Es la cuarta vez que se vota en la Legislatura porteña, y por eso pedimos que sea vitalicia y definitiva. La ley brinda asistencia en salud, educación y apoyo físico y psíquico, que son esenciales para las víctimas”, habían expresado los sobrevivientes antes de la votación, en un comunicado.
“Cuando la ley vence, nos quedamos sin asistencia. Por eso insistimos en que esta vez se haga justicia, no solo para los 1.600 sobrevivientes registrados, sino para todas las víctimas. Lo que pedimos es mínimo en comparación con lo que vivimos”, concluyeron.
Se conoce como “la masacre de Cromañón” al letal incendio acaecido en la noche del 30 de diciembre de 2004 en el establecimiento República Cromañón, ubicado en el barrio porteño de Once, en el marco de un recital de la banda de rock Callejeros, que dejó un saldo de 194 muertos y al menos 1432 heridos.
Fue la peor tragedia mundial en la historia de los espectáculos musicales y dejó una huella profunda en la cultura del rock nacional y de la juventud de la época, desencadenando además cambios políticos de enorme trascendencia, incluyendo la destitución del jefe de Gobierno de entonces, Aníbal Ibarra.
