Luego de la visita técnica que hizo el Fondo Monetario Internacional (FMI) la semana pasada y de cara a la tercera revisión de lo pactado, una misión argentina viajará a fin de mes a Washington para ultimar las negociaciones que permitan gatillar un nuevo desembolso por US$ 5.800 millones antes de fin de año. Además, se buscará renegociar las perspectivas del 2023 del acuerdo con el organismo, en el contexto de la continuidad de la guerra en Ucrania.
Según indicaron fuentes allegadas al ministro de Economía, Sergio Massa, a Télam la reunión del presidente Alberto Fernández con la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, dejaron "abierta la discusión respecto al precio de la guerra, con el FMI", que la Argentina calculó en US$ 5.000 millones.
Se trata de una cifra similar al monto de reservas mínimos que la Argentina debía acumular hacia fin de año, de US$ 5.800 millones.
"Es muy importante que la Argentina mantenga el rumbo tal como lo hizo tan exitosamente durante los últimos meses", dijo la titular del Fondo cuando salió el último miércoles de la reunión con Fernández, de la que también participó Massa.
El equipo económico argentino que acompañó al Presidente manifestó también el mayor margen de negociación en el nuevo contexto, luego de haber logrado una duplicación de las reservas de libre disponibilidad, producto del nuevo acuerdo con China, que liberó el equivalente a US$ 5.000 millones del swap de reservas que mantiene con el país para uso de libre disponibilidad.
Hasta ahora el FMI no tomaba en cuenta el swap chino, ya que el Gobierno no tenía poder de maniobra con dichos fondos. Desde la comitiva oficial remarcaron que esta medida ayuda a aflojar la presión productiva por restricciones a las importaciones, y es "importante para los sectores productivos de Argentina porque le permite acceder al flujo de dólares para los que son insumos y bienes intermedios importados".
Los sobrecargos, también conocidos como sobretasas, son cobros adicionales a las tasas de interés regulares, que aplica el FMI sobre los préstamos que otorga. Se aplican cuando el tamaño del crédito y su tiempo de devolución superan umbrales determinados por el organismo.
En este orden, Alberto Fernández pidió por la eliminación de sobrecargos que aplica el FMI en la reuion que tuvo en Bali y que quedó nuevamente expuesto en la declaración de presidentes del G20, y que Georgieva se comprometió a volver a ponerlo sobre la mesa y a discutirlo en el directorio del Fondo en diciembre próximo. Y finalmente, en el documento del G20, quedó asentado que el organismo analizará la posibilidad de reducirlas.
Por esta vía, el Gobierno estima que se deben pagar sobrecargos anuales por un total de US$ 1.000 millones, debido a la magnitud del programa que el país mantiene con el organismo.
