Un avión de pasajeros con 379 personas a bordo se incendió al aterrizar en el principal aeropuerto de Tokio. (Foto: Captura de TV)
Pudo ser una de las peores tragedias en la historia de la aviación, pero la fortuna y la pericia de los grupos de rescate hicieron un trabajo asombroso para que no hubiera víctimas. Un avión con 379 personas a bordo se incendió al aterrizar en el aeropuerto de Haneda, el principal de Tokio, la capital de Japón.
En el momento del aterrizaje, el airbus 350 de la empresa japonesa embistió a una nave militar y se transformó de inmediato en una enorme bola de fuego que recorrió en ese estado gran parte de la pista. La rápida tarea de los grupos de rescate evitaron la tragedia.
El avión cumplió su vuelo JAL516 con destino final en el aeropuerto de Tokio. Aterrizó sin problemas, pero mientras corría a gran velocidad para detenerse en la pista, embistió a una pequeña aeronave de la Guardia Costera japonesa. En ese instante, el avión comercial comenzó a incendiarse y así terminó su recorrido por la pista.
Los grupos de bomberos partieron de inmediato para llegar a la máquina rodeada por el fuego.
Por fortuna, la situación en el interior de la cabina se pudo controlar y eso permitió que el personal de a bordo pudiera accionar los toboganes de seguridad para la evaciación de los pasajeros.
Mientras los bomberos luchaban contra las llamas, se pudo completar la evacuación completa de las 379 personas sin que se produjeran víctimas.
El vuelo de Japan Airlines había partido del aeropuerto de Shin-Chitose, en Hokkaido. Fue uno de los primeros servicios que se reactivaron luego del sismo que sufrió Japón y que le costó la vida a 48 personas.
Por circunstancias que ahora deberán ser determinadas con precisión, la máquina impactó con otra que estaba en la pista, de la guardia costera de ese país.
La otra nave, con matrícula MA722, era del servicio guardacostas. Estaba preparándose para despegar para dar ayuda en Niigata, la zona principal afectada por el terremoto en la llegada del año nuevo.
No se sabe aún que indicación recibió de la torre de control o si fue un error del piloto lo que provocó que estuviera justo en la línea de marcha del avión de Japan Air Lines sobre la pista de aterrizaje.
De los 6 tripulantes del servicio guardacostas, sólo el piloto pudo ser rescatado pero está muy grave. Las otras 5 personas a bordo murieron.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, ordenó a las agencias pertinentes que se coordinaran para evaluar los daños rápidamente y proporcionar la información precisa al público, mientras se investiga la causa por la que se produjo el error de ubicar a dos aviones en la la misma pista que pudo habere causado la peor tragedia aérrea en la historia del Japón.
