Ante la advertencia de los jóvenes por no brindar notas sobre la salud de la exboxeadora, los hijos de Locomotora Oliveras hablaron sobre Jesús y dejaron en claro el motivo de su enojo.
“Él no respetó eso, salió a dar notas, empezó a pedir convocatorias, cosas que nosotros no aprobamos, nosotros entendemos que no es el momento y no es el lugar”, señalaron.
Y remarcaron: “El Cullen es un lugar donde hay muchos profesionales y no somos los únicos que estamos en esta situación”. Las quejas se debieron también a las convocotarias que hizo el hombre para rezar y pedir por la recuperación de la deportista en las afueras del Hospital José María Cullen.
“No es un lugar para juntarse, hay otras familias. Esto no quiere decir que no estemos agradecidos con la gente. Nosotros, de todo corazón estamos muy contentos con los mensajes”, indicaron.
Por último, dijeron: “Pasó por encima de nuestra palabra. Nosotros somos la que cuidamos a nuestra vieja. La defendemos a capa y espada. Damos la vida por nuestra vieja, trabajmos con ella”.
La señal que dio Locomotora Oliveras en medio de su delicado estado de salud
Tras sufrir un accidente cerebrovascular isquémico el 14 de julio, la ex boxeadora Alejandra "La Locomotora" Oliveras permanece internada en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital José María Cullen en Santa Fe. El parte médico anterior al del sábado 26 de julio determinó que su estado es estable desde lo hemodinámico, con las presiones controladas, pero igualmente su pronóstico sigue siendo reservado debido a un daño irreversible en el tronco cerebral.
En una entrevista con DDM (América TV), su hermano Jesús Oliveras compartió detalles sobre los avances y limitaciones del cuadro. A pesar del diagnóstico grave, destacó un momento significativo: Alejandra reaccionó al apretar la mano de un familiar, un gesto que fue interpretado como un signo de consciencia aún presente. Este pequeño pero esperanzador gesto encendió una luz de esperanza en la familia, alimentando la ilusión de que su recuperación es posible.
A pesar del panorama complejo, que incluye un edema cerebral que requirió una intervención quirúrgica mediante una craneotomía descompresiva, Jesús subrayó que los pequeños movimientos de su hermana podrían ser señales alentadoras. “Ella apretó la mano… hay conciencia y eso es lo más importante”, expresó, aunque también reconoció que el daño registrado es irreversible y podría acarrear secuelas como la hemiplejia.
Con visible emoción, Jesús compartió lo difícil que ha sido este momento. Recordó a Alejandra como una persona siempre sana y activa: “Una deportista que jamás imaginábamos que sufriría un ACV”, comentó, destacando lo impredecible de esta situación. Añadió que la fortaleza mental de su hermana y el inmenso apoyo de sus seguidores le otorgan esperanza diaria: “Ella es invencible y esta pelea por la vida la va a ganar”.
A pesar de las advertencias de los médicos sobre el daño neurológico irreversible, la reacción motora —por mínima que haya sido— se percibe como un indicador de lucha y una señal de que todavía hay espacio para la recuperación. En medio de la incertidumbre, este pequeño pero significativo gesto ha encendido una chispa de esperanza en todos los que la rodean.
Locomotora Oliveras antes de sufrir el ACV