La versión argentina de Julio César de William Shakespeare, adaptada por José María Muscari y protagonizada por Moria Casán, inauguró la 68° edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. Hasta allí viajó su elenco, integrado también por Marita Ballesteros, Alejandra Radano, Malena Solda, Mario Alarcón, Mariano Torre y Mirta Wons, entre otros.
Y fue en el viaje de regreso que Wons padeció un desagradable maltrato por parte de los tripulantes. De visita en Algo que Contar, el ciclo de entrevistas de la periodista Agustina Kämpfer en IP Noticias, la prestigiosa actriz dio detalles del episodio, a la vez que recordó un hecho violento similar, por parte de un productor argentino.
Ante la consulta de Kämpfer respecto del productor que le dijo que ella sólo le servía si estaba gorda, y la agredió “preguntándole” si como actriz ella cobra por kilo, Wons recordó el reciente mal momento que vivió.
“Seré gordita y simpática, pero no soy estúpida, y eso se paga caro. Hay cierta cosa de que el gordito debe ser más idiota que los demás. Y el que es gordo, siente que le tiene que caer bien a todo el mundo, entonces hace un plus. Y yo tenía esto naturalizado de toda la vida, porque me trataron mal. La última vez fue en el viaje de vuelta del Festival de Mérida, por parte de la línea aérea. Yo tenía determinado asiento asignado, porque soy grande. La producción del teatro San Martín lo había dejado seleccionado. Necesito espacio para las piernas y los asientos son muy chicos. La aerolínea me cambio de asiento y me la hizo muy difícil, porque además protesté en el mostrador. Después, ¡hasta me chequearon contra explosivos! Me castigaron por eso, por haber reclamado el asiento que la producción ya había pagado. ¡Me mandaron a un asiento en el que no entraba ni un chico!”, contó la actriz luego de que esta semana estallara la polémica por las declaraciones del doctor Alberto Comillot, quien en LPA dijo que las “mujeres gordas” no sufren acoso laboral.
Ya en el lugar que le fijaron, Mirta siguió padeciendo destrato: “El cinturón de seguridad no me abrochaba. Tuve que pedir una extensión. ¡Es una humillación pedir una alargue para el cinturón de seguridad! Y, por supuesto, no me lo trajeron. Me castigaron por pedir un asiento para mí, que tengo características especiales. Por suerte se está pudiendo hablar de esto, pero se sigue viendo. El maltrato y el bullying no necesariamente son decirte “¡gorda!”.
Respecto del famoso productor que también la maltrató, Wons, que aun no develó su nombre, comentó que en aquel momento ella reaccionó y fue despedida: “Me echó. No soy muy buena con el maltrato y la justicia se paga caro”.
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