“Estaba de novia desde hacía 8 años con un chico de mi barrio llamado Julio, y lo mataron de un puntazo para robarle la moto. Fue muy triste”, expresó Bernini con evidente emoción y tristeza.
Este trágico suceso, lejos de sumirla en la desesperanza, la impulsó a volcarse aún más en su carrera, encontrando en su trabajo una forma de canalizar su dolor. “Me aboqué más a mi profesión, tuve mucha contención de parte de mis compañeros”, añadió, resaltando el apoyo incondicional recibido por parte de sus colegas y amigos.
La historia de Bernini no solo está marcada por esta tragedia, sino también por su rica y variada infancia. “Yo crecí en Ramos Mejía y eso hizo que en el colegio me relacionara con gente que tenía casa muy linda en Ramos y con otra que era de Fuerte Apache, lo que me permitió conocer muy de cerca los distintos estratos sociales. Ahí aprendí que en todos hay gente buena, laburadora, y desde entonces aprendí a tratarlos”, recordó.
Paula Bernini, a través de sus experiencias, no solo ha demostrado ser una periodista comprometida y apasionada, sino también una persona resiliente que ha sabido transformar el dolor en una fuerza impulsora para su vocación. Su historia es un testimonio de cómo, a pesar de las adversidades, la dedicación y el amor por el trabajo pueden convertirse en pilares fundamentales para seguir adelante.