Ambas víctimas yacían en la cama del dormitorio principal. Tenían pañuelos atados al cuello y estaban cubiertas con un edredón. La brutalidad del crimen quedó reflejada en el estado del lugar. Sin embargo, lo que más desconcertó a los investigadores fue lo que encontraron en la habitación contigua.
En una de las paredes de la casa, alguien había escrito con la sangre de las víctimas un mensaje perturbador:
“Lo siento mamá. Marcos”
La frase no solo incluía una disculpa, sino que parecía señalar a un posible responsable del asesinato. Sin embargo, la investigación aún no ha confirmado quién es “Marcos” ni su relación con la familia.
Además, un error de ortografía en la nota ha generado más dudas entre los peritos que analizan la escena del crimen. La incógnita principal es si el autor del mensaje es realmente el asesino o si se trata de un intento de desviar la investigación.
Desde el momento en que se descubrió el doble homicidio, la Policía Civil de Paraná (PC-PR) ha manejado el caso con total hermetismo. La principal razón de esta reserva es la recolección de pruebas para no entorpecer la investigación.
Lo único que ha trascendido es que dos sospechosos fueron detenidos e interrogados, pero poco después fueron liberados. No se ha revelado quiénes son ni cuál es su relación con las víctimas.
La policía tampoco ha dado detalles sobre las posibles motivaciones del crimen ni ha confirmado si “Marcos” es realmente el asesino. Lo que sí se ha informado es que se han incautado varios teléfonos celulares de familiares de las víctimas, los cuales están siendo analizados en busca de pistas.
Un crimen sin respuestas y una comunidad aterrorizada
La brutalidad del asesinato y la falta de información han generado temor e incertidumbre en la comunidad de Jataizinho. Nadie entiende cómo pudo ocurrir un crimen de tal magnitud en la localidad.