Salud

¿Cómo consumir semillas de lino adecuadamente?

¿Cómo consumir semillas de lino adecuadamente?

A las semillas de lino se las considera uno de los más poderosos alimentos de origen vegetal en todo el mundo. Son muy ricas en micronutrientes, manganeso, fibra, vitamina B1 y omega 3. Conocer cómo consumir semillas de lino es importante para la salud y para enriquecer las comidas diarias.

Reconociendo que son una gran fuente de ácidos grasos omega 3, antioxidantes y fibra, recientes estudios han encontrado pruebas que pueden ayudar a reducir la diabetes, el cáncer y enfermedades del corazón. Para lograr incorporarlas en la vida cotidiana, es necesario saber cómo consumir semillas de lino adecuadamente.

Historia de las semillas de lino

Primero es interesante conocer que su cultivo, es uno de los más tradicionales del mundo, y que fue sembrado en el antiguo Egipto y China, hace ya más de 7.000 años, con el fin de aprovechar sus semillas, así también como planta textil.

El rey Carlomagno en el siglo VIII, era un creyente fiel de los beneficios de estas semillas, a tal punto, que les exigía a sus súbditos leales, que las coman, a tal punto de aprobar una ley para asegurarse de esto. Hoy en día, sus efectos para la salud, han sido demostrados, motivo por el que las semillas de lino se han convertido en una tendencia, sobre todo en el ámbito de la nutrición saludable.

No hay dudas que es una buena idea incorporar las semillas de lino a cualquier dieta que se elija, ya sea por la cantidad, como la calidad de todos los beneficios que aportan a la salud.

La eficacia en sus propiedades, la convirtieron en un superalimento con una extraordinaria ventaja, y es que se pueden incorporar a cualquier dieta de una manera fácil y natural. Es infinita la cantidad de formas de consumirlas en diferentes recetas en las que se pueden utilizar.

Propiedades de las semillas de lino

El recorrido de las semillas de lino va desde el alivio que puede provocar en el estreñimiento a la ansiedad, como ayudar en dietas para bajar de peso, y sin dejar de lado, el aporte y los beneficios que le da al corazón.

Desde hace miles de años hasta la actualidad, el lino ya se encuentra presente en la vida de los seres humanos, pero hoy fundamentalmente, sus beneficios son magníficos y variados para otros usos terapéuticos.

Desde poseer facultades diuréticas, a ser un extraordinario remedio para el estreñimiento, solo por esto es que merecen un hueco en cualquier dieta diaria. Su efecto es notable y eficaz a corto plazo, siendo una virtud curativa y purificadora que proviene gracias a su alto contenido en fibra que proporciona salud y bienestar.

Estas semillas de lino son ricas en vitaminas B, C y E proporcionando vitalidad y energía al cuerpo, algo tan necesario para mantener el ritmo de vida que se lleva hoy en día. Otra de sus propiedades relevantes, es que favorecen al correcto funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso, al que con bastante frecuencia se maltrata y se lleva al estrés, con tensiones y ansiedad.

La vitamina C, ya conocida, tiene efectos antioxidantes, y ayuda a regenerar las células del sistema inmunitario y sin dudas es la mejor vacuna para pasar los inviernos sin resfriados intensos. Sumado a la vitamina E, que es considerada muy eficaz para tratar los síndromes premenstruales y otras afecciones, como las oculares.

Así también, las semillas de lino por ser un alimento vegetal rico en ácidos grasos omega 3, estudios recientes demostraron su eficacia antiinflamatoria y reductora del colesterol, como un gran aliado para el corazón.

¿Cómo consumir semillas de lino de forma sencilla y práctica?

Es importante saber que las semillas de lino son demasiado duras para consumirlas crudas directamente. Por eso, el proceso más efectivo y común para consumirlas, es llenar en un vaso con agua por la noche, 2 cucharadas de semillas de lino y a la mañana siguiente en ayunas, beberse el agua y las semillas con el aceite que se haya diluido.

Si este método no agrada del todo, lo que se puede hacer también, es moler la dureza de la cáscara de las semillas, con un molinillo de café o un procesador de alimentos y luego obtener una harina para poder cocinar o espolvorear.

La sugerencia que más se recomienda, para obtener los máximos beneficios a la salud, es comer 1 o 2 cucharadas de semillas de lino de forma diaria. Hay otras muchas formas más de incorporarlas a una dieta, como añadirle a las galletas caseras, a unas tostadas, a las ensaladas, sopas o sándwiches. También, con ellas se pueden hacer muffins, pasteles y bizcochos, añadirlas a un yogur, en batidos, a los helados, en un puré de manzana, y un sinfín de recetas más.

Beneficios de las semillas de lino

Uno de sus máximos beneficios es la protección antioxidante y anti-inflamatoria. Según el Flax Council of Canadá, las semillas de lino con sus compuestos similares a la fibra, aportan esa protección actuando con efectos anticancerígenos.

Por ser uno de los alimentos más ricos en fibra, lo que hace es mejorar el tránsito intestinal favoreciendo su correcto funcionamiento. La virtud más conocida y demostrada popularmente gracias a su efectividad, es la del alivio del estreñimiento, con un efecto laxante fundamental para aquellas personas que tienen problemas digestivos.

Por último y muy importante, también pueden mejorar el estado en los enfermos de diabetes, gracias a sus propiedades que mejoran el control del azúcar, reduciendo notablemente el colesterol. Su consumo les proporciona sensación de saciedad y escaso aporte de calorías, disminuyendo el riesgo adicional de obesidad en diabéticos.

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