

Tanto hablar en la previa que al final se terminó concretando. Poco después de las 20, personal de la Conmebol echó a un "brujo" que se encontraba en el vestuario de River realizando un "trabajo" con velas. Lo más curioso, además del hecho en sí, es que ambos clubes se acusan mutuamente de ser el responsable de haber hecho ingresar a la persona en cuestión.