La fiscal Marina Lara relató que, en plena inspección de la zona costera de la pileta de Suboficiales, se encontró material que de inmediato se clasificó como evidencia relevante. “En circunstancias en que se estaba recorriendo la zona costera de la pileta de Suboficiales, se produjo el hallazgo”, expresó a los medios locales. Visiblemente afectada, Lara subrayó que por respeto a la familia de Delfina Hecker no brindará mayores detalles hasta tener resultados concluyentes.
Evidencia biológica bajo análisis urgente
La evidencia recuperada será sometida a estudios de ADN "con la mayor urgencia posible", anunció la fiscal. La prioridad es obtener una respuesta rápida para los padres de Delfina y para toda la comunidad que sigue de cerca el caso.
El material se encontró en un sector situado aproximadamente a unos 15 a 17 kilómetros del sitio donde, el pasado 6 de abril, fue hallado el cuerpo sin vida de Pilar Hecker, la hermana mayor de cinco años. Esta distancia, sumada a las características geográficas del lugar, podría aportar un fuerte indicio en la identificación.
El área en cuestión comparte rasgos similares a la zona donde apareció Pilar: marismas, sedimentos transportados por la sudestada y la presencia notable de restos de cebolla. Este último dato no es menor, ya que la corriente arrastró cebolla desde la localidad de Cerri tras el temporal, lo que vincula geográficamente ambos hallazgos.
El drama de una familia en medio de la tragedia
La desaparición de Delfina Hecker ocurrió en el marco de la gran catástrofe climática que golpeó a Bahía Blanca, provocando 17 víctimas fatales. Entre ellas, el chofer Rubén Zalazar, quien heroicamente intentó ayudar a la familia Hecker a escapar del anegamiento, perdió la vida en el intento.
Marina Haag y Andrés Hecker, padres de Delfina y Pilar, lograron sobrevivir a pie después de escapar de la zona inundada. Desde entonces, la búsqueda de la bebé ha movilizado recursos humanos y tecnológicos sin precedentes en la región, en una carrera contra el tiempo que mantiene en vilo a toda la ciudad.
La fiscal Lara también insistió en que el procedimiento seguirá su curso con la mayor prudencia posible para preservar tanto la sensibilidad de la familia como la transparencia de la investigación.
Un operativo marcado por la incertidumbre y la esperanza
La Base Naval Puerto Belgrano, ubicada cerca de Punta Alta, se convirtió en el epicentro de las tareas de búsqueda. Con rastrillajes a pie, drones, buzos tácticos y perros especializados, las autoridades intentan agotar cada rincón donde la corriente pudo haber arrastrado a Delfina.
Los investigadores sostienen que la sudestada provocó un fenómeno de arrastre de sedimentos y residuos vegetales que complicó las labores de localización. Sin embargo, el reciente hallazgo renueva la posibilidad de obtener respuestas, tras semanas de angustia e incertidumbre.
Además de la cebolla proveniente de Cerri, se han detectado patrones similares de desplazamiento de restos vegetales y objetos en zonas específicas de la costa, lo que refuerza la hipótesis de que la evidencia encontrada podría efectivamente estar relacionada con el trágico episodio.
El tiempo como factor clave en la investigación
La urgencia de realizar los estudios genéticos responde también al paso del tiempo, que puede afectar la conservación del material biológico recolectado. Según explicó la fiscal, los análisis buscarán no solo determinar la identidad, sino también preservar elementos de prueba que podrían ser vitales para entender las circunstancias exactas de lo ocurrido.
Expertos forenses locales y nacionales trabajan de forma coordinada para agilizar los resultados y brindar una respuesta concreta en los próximos días.
Mientras tanto, el dolor y la esperanza conviven en Bahía Blanca. Vecinos, familiares y amigos de la familia Hecker siguen pendientes de cada novedad, con la esperanza de encontrar paz en medio de tanto sufrimiento.