El hallazgo que sacudió a Florencio Varela
Según fuentes de la investigación, fue Fernando Esteban Cuello, el esposo de Micaela y padre del pequeño Esteban, quien descubrió la escena. Todo ocurrió al regresar a su casa, el viernes por la tarde, luego de cumplir su jornada laboral. Lo que encontró lo dejó devastado: su esposa yacía sin vida y su hijo presentaba una herida de gravedad. Inmediatamente, dio aviso a los servicios de emergencia, pero ya era demasiado tarde.
Médicos del SAME se presentaron en el domicilio ubicado en Pehuajó al 2300, donde constataron el fallecimiento de Micaela y el pequeño Esteban. Las autoridades policiales y judiciales, tras las primeras pericias, determinaron que la mujer había disparado a su hijo en la cabeza con un arma de fuego antes de quitarse la vida. Todo apunta a un filicidio seguido de suicidio.
Las cartas que desvelan el drama personal
En el lugar del hecho, la policía halló dos cartas escritas a mano por Micaela Lator, ambas dirigidas a su esposo. El contenido de las mismas revela un profundo malestar emocional y una sensación de soledad abrumadora. En la primera de ellas, escrita con marcador sobre una hoja blanca, Micaela confesó:
"Era débil dirán. No, solo me cansé de luchar contra molinos de viento. De suplicar amor, comprensión, un abrazo, alguna frase como que todo estará bien".
Y continuó, en un mensaje dirigido especialmente a Fernando:
"Me equivoqué muchas veces pero jamás creí que sería con vos... Porque todo estaba bien en algún momento. Lamento que no supiste disfrutar a Esteban, que no hablaras con él, un beso al irte a trabajar".
La carta concluye con un mensaje desgarrador:
"En fin, ya todo terminó, ya no volveremos a ser ignorados, ya no mendigaremos por tu amor. Si todo salió bien y ya no estamos en este mundo, quiere decir que ya descansamos".
En la segunda misiva, también dirigida a Fernando, Micaela expresó una mezcla de reproche y resignación:
"Sos libre, ya podrás hacer lo que quieras. Estar con tu música, sin que nadie te moleste. Ya podés mudarte donde quieras".
La investigación y la coartada del padre
Inicialmente, las autoridades no descartaron ninguna hipótesis, incluso se llegó a sospechar de Fernando Esteban Cuello. Sin embargo, tras tomarle declaración y revisar cámaras de seguridad y testimonios, la justicia determinó que Cuello no estaba presente al momento del trágico hecho. Su coartada fue verificada y quedó descartada su participación.
El fiscal a cargo del caso confirmó que todo apunta a que Micaela actuó sola, consumando primero el asesinato de su hijo y luego su propio suicidio. Los peritos de la Policía Científica también verificaron que no había signos de violencia ni de participación de terceros en la vivienda.
Un trasfondo de angustia y soledad
Las redes sociales de Micaela revelan un perfil de madre dedicada a su hijo, aunque cargado de tristeza. A través de varias publicaciones, se observa cómo compartía fotos y reflexiones sobre su vida cotidiana, mostrando preocupación por el bienestar de su hijo, quien tenía una discapacidad.
Amigos y familiares señalaron que Micaela atravesaba un cuadro depresivo profundo, posiblemente potenciado por la carga emocional de cuidar sola a Esteban.
Varios vecinos, al ser entrevistados, mencionaron que la familia no era conflictiva, aunque Micaela se mostraba cada vez más retraída. Las autoridades no hallaron denuncias previas de violencia doméstica ni reportes por parte de la mujer, lo que hace aún más difícil comprender el trasfondo de la tragedia.
La noticia causó consternación en la comunidad de Florencio Varela, donde vecinos colocaron velas y mensajes de despedida frente a la vivienda de la familia.
"No puedo creerlo, era una mujer muy dedicada a su hijo", comentó una vecina del barrio. Otro vecino agregó: "Esto nos parte el alma a todos, pobre criatura".
En redes sociales, las muestras de dolor y consternación se multiplicaron, junto a pedidos de mayor asistencia psicológica para madres en situación de vulnerabilidad. Organizaciones de apoyo a la infancia y la discapacidad también manifestaron su pesar y llamaron a la reflexión.
¿Qué sigue?
La justicia continúa con las pericias complementarias y la recolección de testimonios, aunque el caso parece estar resuelto en términos judiciales. La tragedia, sin embargo, ha abierto un profundo debate social sobre la salud mental, la soledad y las presiones a las que están sometidas muchas mujeres que crían solas a sus hijos.
El caso de Micaela y Esteban ha dejado una marca indeleble en Florencio Varela y ha encendido alarmas sobre la importancia de brindar apoyo emocional y contención a madres en situaciones de vulnerabilidad. El dolor por esta doble pérdida resuena, y deja un mensaje que interpela a toda la sociedad.