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Coronavirus ideológico: el delirio del "nuevo orden social" que sobrevuela la Argentina agrietada

Pablo Winokur
por Pablo Winokur |
Coronavirus ideológico: el delirio del nuevo orden social que sobrevuela la Argentina agrietada

Alberto Fernández está preocupado por su lectura de los diarios. Teme contagiarse a través del papel, pero no se acostumbra a leer digital. Le llevó la inquietud a uno de los infectólogos que lo asesora. Le respondieron que trate de leerlo por la tarde, así la carga del virus podía disminuir entre la entrega del periódico y su lectura. Cada uno tiene sus preocupaciones.

El Presidente decidió volver a extender la cuarentena quince días más, con algunas flexibilizaciones. Se da la posibilidad de liberar en el interior y se permite caminar una hora por la calle. Sigue sin haber respuestas concretas para una economía que se desangra y para la que el Estado no está encontrando las soluciones.

Mientras se desbordan los problemas de gestión, en el gobierno insisten con las intelectualidades varias. El viernes Alberto, horas antes de decidir la extensión de la cuarentena, dedicó un importante tiempo a debatir junto al grupo Puebla, un espacio de referentes latinoamericanos que sueña con cambiar la injusticia del mundo. Quizás sea momento de actuar más y reflexionar menos.

Montarse en una tragedia sanitaria, económica y social para cambiar el mundo, suena a las consignas del centro de estudiantes “cuánto peor mejor”. ¿Estará algo así en la cabeza de los gobernantes? Lo dijo el propio Alberto el viernes: “Del dolor saldrá una gran oportunidad para Latinoamérica”. No se ven en este contexto oportunidades para nadie.

Ojo: el delirio no es solo de los que están en el poder político. Fundaciones liberales también sueñan con que a partir de esta tragedia se genere una gran reducción de impuestos; la izquierda delira con estatizaciones masivas; los antisociales vislumbramos el home office eterno… Es peligroso subirse a una tragedia para intentar consumar nuestros deseos y frustraciones. Nada bueno puede salir de todo esto.

Pero volviendo a delirios para-oficiales valen algunos ejemplos de los últimos días

  • “El coronavirus infectó sociedades humanas enfermas de neoliberalismo. La destrucción ambiental llevada a cabo por el capitalismo financiero liberó el virus”, twitteó la viceministra de Educación que le dio un rasgo metafísico al Covid-19.
  • “Es la Corte Suprema quien tiene que decidir ahora, si los argentinos vamos a escribir la historia con sangre o con razones”, twitteó Graciana Peñafort, la directora de asuntos jurídicos del Senado hace unos días en medio de una batalla estéril sobre cómo va a sesionar el Congreso
  • Semanas antes, el ministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Saín había dicho: "Buscamos y traemos a estos chetos en aviones y usamos en ellos los pocos kits de testeo que tenemos”.

Ya que estamos, mucho debate por algo que no tiene sentido como es el trámite de las sesiones del Congreso en medio de una situación extraordinaria como es esta pandemia.

La Corte falló el viernes contra el planteo de Cristina que pedía que se dieran por válidas las sesiones virtuales, pero le dijo al Congreso que decida cómo quiere sesionar, algo que ya se sabía desde antes. En el relato, el kirchnerismo intenta mostrarlo como un triunfo de Cristina, vaya uno a saber para qué.

O sea, Cristina se llevó la eterna respuesta de la Justicia cuando se discuten temas de reglamento parlamentario: las cámaras son intérpretes de su propio reglamento. Acá el tema es quién activa las sesiones virtuales: ¿Es el Presidente de la Cámara (Cristina en este caso) o la mayoría de los legisladores reunidos?

  • Andrés Gil Domínguez, constitucionalista (crítico del kirchnerismo) asegura que no hace falta cambiar reglamentos. Que la sesión virtual se puede hacer por una simple resolución de la Presidencia de las cámaras.
  • En esta hipótesis, si hubiera disidencias sobre la interpretación del reglamento, se puede interpretar por mayoría simple. En la práctica, lo que quiera el oficialismo
  • Ricardo Gil Lavedra, constitucionalista radical, dice que hay que modificar el reglamento para sesionar. En el caso del Senado, para eso se necesitan los 2/3 de los votos. O tener un acuerdo político que dinamizaría todo. Pero esto hasta ahora no se intentó.

A todo esto, Cristina, la presidenta de la Cámara de Senadores (de todos los senadores, no solo del oficialismo) ni siquiera se comunicó con los jefes de bloque de la oposición.

“Cualquier modificación en las modalidades de funcionamiento debe seguir los pasos que establece la normativa vigente, de lo contrario no solo estaríamos aumentando el riesgo de litigiosidad posterior sino sentando un peligroso antecedente”, firmó Juntos por el Cambio en un comunicado firmado –a instancias de Martín Lousteau- por todos los legisladores nacionales del espacio. No parece que a Cristina le vaya a importar mucho la opinión de Lousteau.

La gran pregunta es: si no hay intención de fundar un nuevo orden. ¿Para qué tanta discusión sobre un procedimiento administrativo menor? ¿Será necesario para imponer el nuevo orden que imaginan desde ciertos sectores oficialistas?

El Gran Hermano a prueba

Uno de los infectólogos que asesora al gobierno presentó una dramática curva en la reunión del jueves con los científicos que asesoran a Alberto. El Covid-19 es la primera causa de muerte en un mismo año de la historia de los Estados Unidos, superando a las epidemias anteriores, al cáncer y a los infartos.

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Muertes por Covid-19 en Estados Unidos
Muertes por Covid-19 en Estados Unidos

La Argentina está muy lejos de esa curva ascendente. Solamente tenemos la mitad de las camas de terapia intensiva ocupadas gracias a la excesivamente exitosa cuarentena que implementó el Gobierno en las primeras tres fases.

Desde la semana pasada la cuarentena “se relajó” y aumentó exponencialmente la circulación. Según un estudio reservado al que accedió A24.com, en los últimos 15 días se relajaron todas las precauciones.

  • La cantidad de gente que no sale nunca a la calle cayó 5 puntos;
  • Los que toman distancia de dos metros bajaron de 40% a 30%;
  • Los que toman distancia de un metro apenas superan el 10%
  • Como contracara, aumentó del 10% al 32% el uso de barbijo.

Los planes “focalizados” de cuarentena tienen sus costados adversos. Todavía no se sabe cómo se va a controlar que las salidas a caminar no superen una hora a nivel nacional.

No vaya a ser que se siga el ejemplo de Tierra del Fuego, donde el gobernador Gustavo Melella–fanático de las apps, según cuentan en su entorno- desarrolló una aplicación para monitorear minuto a minuto dónde están las personas.

Aquel que se la baje en Play Store cede voluntariamente la posibilidad de que esa app acceda a la ubicación precisa, a que haga llamadas, que modifique el contenido de la tarjeta de memoria, que lea el contenido de la tarjeta SD del celular y que se vean las conexiones de wifi, entre otras. Todo bajo el nombre “Tierra del Fuego Unida”.

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La app fueguina que controla todo (Fuente: PlayStore)
La app fueguina que controla todo (Fuente: PlayStore)

La app va a ser obligatoria para quienes quieran salir a hacer compras o a la farmacia (máximo 3 horitas).

Las denuncias se multiplicaron en la provincia: el Colegio de Abogados de Tierra del Fuego ya presentó un amparo declarando la inconstitucionalidad de la medida.

El problema es que estos mecanismos de control fueron implementados en países que ya superaron la pandemia. Y muchos plantean que es la única solución real para poder liberar el cerco, más allá de la horita de paseo.

“Los códigos son asignados por el gobierno. Si su código es verde, puede ir a todas partes, pero si es amarillo o rojo, debe ponerse en cuarentena o aislarse y no podrá entrar en la mayoría de los edificios”, relata Tomás Pueyo, un ingeniero de Stanford que viene divulgando como morigerar los avances de la pandemia. Habla sobre una App china que se encarga de monitorear a las personas. ¿Occidente toleraría ese tipo de controles?.

También muestra el modelo de Taiwan, donde se aplica la cuarentena a las personas a través de las señales telefónicas existentes. “Si no tienen teléfono, el gobierno les proporciona uno. Se envía una alerta a las autoridades si el teléfono está apagado por más de 15 minutos”.

En Corea del Sur, relata, están realizando tests a todas las personas que han estado en contacto con Covid-19 positivos. Tienen una app que detallan “hora por hora, a veces minuto por minuto, los horarios de los viajes de las personas infectadas: qué autobuses tomaron, cuándo y dónde subieron y bajaron, incluso si llevaban máscarillas”.

Ya que estamos el porcentaje de positividad de los test en este país es del 3% muy por fuera de los estándares de la OMS que acá se repiten como mantra.

El Gran Hermano puede ser útil para combatir la pandemia y también para ayudar a los estados a imponer el nuevo orden.

Aislados, hasta que la economía aguante

"No se sabe cuándo se regresará al normal funcionamiento de las actividades, la cadena de pagos se rompió, el dólar blue se disparó, de $84.75 hasta tocar los $120, y con esto un desmedido aumento de insumos y falta de precios de referencia", describió con dureza la CAME a minutos de conocerse la nueva prórroga del aislamiento

La CAME pidió al Gobierno que se haga cargo de los sueldos de Pymes de hasta 40 empleados. “Impracticable”, contestan en el Gobierno.

Un funcionario de la provincia hace cálculos rápidos y dice que en este esquema vamos a un 20% de desocupación y una pobreza del 60% para el último trimestre del año. Más que la crisis del 2001.

La fundación Observatorio Pyme publicó su encuesta semanal sobre las pequeñas y medianas empresas frente a la pandemia. ¿Qué observó?

• El 78% de las Pymes cree que apenas va a poder pagar menos de la mitad de los sueldos sin ayuda estatal.

• El problema es que la ayuda no llega. Apenas el 24% de las pymes accedió al crédito para pagar sueldos. Otro 25% espera sentada y sin respuesta sobre su solicitud. A la otra mitad le rechazaron el pedido o ni se gastó en pedir.

• El 25% está pensando en reducir personal.

• El 51% está tratando de renegociar con trabajadores y gremios, sea los procesos productivos o los salarios.

Dato color: las más complicadas para pagar sueldos son las pymes del noroeste, que es la región que mejor tiene controlado el virus. ¿Qué sentido tenía sostener una cuarentena tan estricta ahí? Salta, Tucumán y San Juan siguen con aislamiento estricto en sus capitales.

El Gobierno estira los plazos de manera indefinida. No hay apuro para levantar la cuarentena, si es que la idea de fondo es reforzar un nuevo orden social. Alberto en su presentación habló de fases, aunque no dio precisiones de tiempos. No sabemos si se habla de dos semanas, dos meses o dos años.

Por lo pronto, en la práctica, se ve un proceso de profundización de la anomia tradicional que subsiste en la Argentina: se están dictando normas sabiendo que la gente no va a poder cumplirlas. Por eso Alberto pasó, sin decirlo, a una etapa de cuarentena semi-optativa cuya efectividad es una incógnita.

Las leyes (en este caso los decretos) terminan siendo sugerencias de carácter optativo para que cumpla el que pueda. En el Gobierno saben que si se levanta la cuarentena todo el mundo saldría a la calle a buscar el pan; si se mantiene, solo saldrán los que lo necesiten al extremo.

De eso se trata esta nueva etapa...

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#LaJunglaDelPoder
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