Pero ¿por qué Jorge Luis Borges murió tan lejos de su natal Buenos Aires?
Cuando el poeta se enteró que tenía cáncer decidió radicarse en Ginebra temiendo que su enfermedad y su muerte se transformaran en un gran circo nacional. El diario El País relata que la idea de que su muerte y agonía se volvieran el tema del día en Buenos Aires, Jorge Luis Borges voló desde Italia hasta Suiza, con su mujer María Kodama, y fue allí que anunciaron que no volverían a la Argentina.
Borges murió rezando el Padrenuestro en anglosajón, inglés antiguo, inglés, francés y español. Siguiendo sus deseos Borges fue enterrado en Ginebra, en el cementerio de los reyes o cementerio de Plainpalais, en la capital suiza.
La decisión de Jorge Luis Borges de ser enterrado en Suiza no fue extraña pues en su momento calificó a la nación europea como su segunda patria e incluso pasó parte de su niñez ahí.
En la lápida de Jorge Luis Borges se leen varias inscripciones entre ellas: “Y que no temieran”, en anglosajón. “El tomó la espada, Gram, y la colocó entre ellos desenvainada”, del capítulo veintisiete de la Saga Volsunga y una i tercera inscripción que se presume es una dedicatoria de su mujer que reza: De Ulrrica a Javier Otálora. La lápida fue diseñada por el escultor argentino Eduardo Longato, es de piedra blanca y áspera.
Hace unos años se iniciaron gestiones para trasladar los restos de Borges al cementerio de Recoleta pero su viuda María Kodama se negó rotundamente por lo que el proyecto fue desechado.